sábado, 31 de mayo de 2014

TEDIO

TEDIO
Se hacen mausoleos en el aire las horas
con el mármol del significado de los oficios
se amortaja de gasa la estancia
cuelgan, todavía vivos los chécheres de la posibilidad
en la telaraña de los días
pero la araña no quiere ir por ellos
se ha clavado sus propios quelíceros
y mientras a sus pies yacen paralizados los deseos
deambulan las ambulancias del último sopor
por las rendijas de la luz
a segundo por mil años luz y mundo...
Chapalea en la red un ring-tone celular
o una notificación de aplastado espejismo
corren las agujas de la emoción y la intriga
a inocular el antídoto
y chupar su jugo inicuo.
  


viernes, 30 de mayo de 2014

NOSTALGIA

NOSTALGIA

Marco arrugado de postal lejana que guiña el ojo
luego de roto el cristal que cuelga en la pared de los cierr-o-jos
para el pasado que no perdona o para el futuro ahíto de ahoras
nostalgia, algia-nostra, cosa-magia
cuando la vida era una poceta tibia
que no esperó nunca ser arrojada
escabroso desfiladero entre Caribdis y Scila
al que esperamos volver cada día
bien con la lengua, ya con el estilo
mier-cóles, pero siempre hay que ir a regar
la  huerta donde son piedras las manzanas
látigo y yunque el árbol del conocimiento
que paga con ración extraña y cuando se le antoja
cuánta más llenura, más hambre
vieja luna alcahueta de calladas músicas
que esperas en la esquina a que el día
se asome a la ventana vestida de estrella
que titila en una coqueta sonrisa
con un misal en las piernas que reza letanías
del oficio ciego de la semilla
y lee en una banca del colegio la próxima trampa
para hacer que el corazón, ese devorador de instantes
suelte el secreto que serpentea entre ventrículo y aurícula
para darse cuenta y no entender, bien y mal
diestro y siniestro cuando el uno agarra la mierda
ya este ha traído el oxigeno y limpia la ceniza
de la leña que se quemó allá arriba
y entonces suena de nuevo la diana bajo la tienda
siempre listos
el cebo está listo y el sedal tenso
a ver si pica la trucha. 

jueves, 29 de mayo de 2014

MELANCOLÍA

MELANCOLÍA
Melancolía, agridulce sabor de la felicidad cuando se cansa
de ser amiga de la risa:
coge sus atado de acasos, los mete en su mochila
se encasqueta su chaqueta de cielo gris
y se perfuma con garúa de Lima
 y se va a negociar con la adversidad
acerca de ases guardados en manga de antojos
acerca de antiguas jugadas dejadas a las albricias.
Se deja invitar a un té
 y se deja apalear con sus elegantes ironías sofísticas
-si tuvieras billetera de cuero de culebra
podrías enviar inteligentes regalos a una dama chicanera
pero como solo tienes aires de elegante pelagatos
sólo puedes calentarle la panza a las piedras-
Cuando por fin se arrellana en su sofá de angustias asfálticas
serenadas con tisanas de soles tediosos
le suelta su andanada y la acusa
de vieja neurótica masturbatoria a dúo con la malicia
más le espeta cuando ella se ríe de sus argucias:
Puesto que toda masturbación es cerebral, estás perdida;
yo, melancolía divina al menos me hago el amor a mi misma
y me nutro de mis profundos jugos
mientras vemos qué se hace con el estado de sitio;
tú, en cambio, eres como un fumador de bazuco
que se masturba con la realidad, árbol estéril
que no da frutos.
sólo aquellos que regamos de fe o de estafa
pero los sueños, sueños son y son putos
y tú, avara cultivaste goce de disgustos.
Entonces se larga dando un portazo
y de paso les pide un plon a los muertos
que se fuman sus porros de niebla
encaramados en las palmeras del cementerio
mientras, una niña pesca en río de belleza revuelta
con su caña de cámara obscura
-es nostálgica de análogas épocas menos eclécticas-
y engarza fotografías de sus fachadas de mármol sin pátina
sólo un nicotínico esmalte amarillo
con el que barruntan inciertas citas
de limpieza con la odontóloga del miedo.
Se devuelve entonces furiosa y le grita:
Si al menos me dieras como les das a las viejas
brujas o vírgenes cuando me ocultan en pantalones
elíxir de lágrimas para desahogar el despecho
de capitular a la DEA de delirios su adicción

a patrocinar improbables hechizos.

miércoles, 28 de mayo de 2014

BELLA DE NOCHE

BELLA DE NOCHE
Era tan bella que el perfume que se ponía no lo llevaba
sino que iba tras ella como si no la mereciera
y no es que el viento fuese haciendo trampas
para quitarle su pureza hecha de un no sé qué, no
iba abriéndole calle de honor con sus sirenas
de peces voladores en el pecho
que se arremolinaban confusos
por los delfines de su luz profunda que quería tragárselo todo
 a qué olía el espacio que dejaba tras de sí ¿a tiempo?
¿a huída? de qué de principiantes sortilegios
no importaba que fuese mordiendo una carcasa
de luz eléctrica de litio y pareciera dudar de hablar
con los veloces ángeles de su prestigio
¿cómo explicar? varada en un arrume de acero
que por una rendija de sonrisa explica
que no quiere saber nada de sexo por el momento
acaso era que estaba haciendo de profetisa
del tiempo de los futuros amantes que irían  a amarse
según el protocolo de a-sentimiento  fuerza zero.





martes, 27 de mayo de 2014

POLÍTICAS DE ESTADO DIVINO

POLÍTICAS DE ESTADO DIVINO
“En la iglesia de Pedro no hay ni verdad ni fe/
ni justicia en parte alguna, en corte o en palacio.
que sigamos alerta en la muralla
no es cosa del cura. Un sedoso dragón boquiabierto
hinchado por el viento, nos basta como Dios.
Nosotros, no la ciudad, somos el alma del Imperio:
Un árbol podrido sólo vive en su corteza”
ROBERT GRAVES


Lo que el Vaticano ha pretendido ganar, media mediating, en humildad, lo ha perdido, de facto, en agudeza mental. Y lo que digo, que corrobora por vía de abducción inocua que en verdad la piedra es Pedro y las puertas del infierno no se abrirán para ella, me autoriza para que en nombre de la Iglesia ponga a los hombres en tela de juicio. El papa Francisco acaba de decir que el celibato sacerdotal no es dogma de la santa madre iglesia y, error, si nos ponemos un poquito analíticos, sabremos que el dogma está hecho por el seso de los hombres y no por la inteligencia de las escrituras, pues si el dogma de la virgen María vino a ser concebido y declarado en fecha muy reciente, aligerado del hecho de que la Escritura no menciona nunca específica  y fundadamente que María es teotocos –madre de Dios- o que la Santísima Trinidad fue explicitada  por el Bautista en el momento en que la paloma respaldó la frase que se escuchó en la voz “este es mi hijo bienamado”  y sin embargo son dogmas de fe que una justa anuencia del entendimiento nunca encuentra razonable desechar;  sin embargo, sí por el hecho de que la tradición no sólo judía o cristiana, sino de muchas culturas  en las que la abstención de unirse y procrear se justificaba en la reserva de fuerzas para el crecimiento de las facultades extraordinarias del espíritu, del entendimiento, del pensamiento, del conocimiento y que no obstante ni Jesús, ni la Escritura, respaldaran con alguna voz autorizada como no fuese la sentencia aquella de que es de adentro que salen las fornicaciones, etc. etc. hubiese servido para que la costumbre y la necesidad y no la reticencia doctrinaria de la institución, hubiesen derogado tan exigente premisa  hace ya mucho tiempo, como lo hicieron algunos disidentes.  Las costumbres irracionales humanas –aquellas aceptadas o aquellas mantenidas bajo velos- siempre terminan encontrando una justificación adecuada que les permita liberarse de la carga emocional que representan, excepto aquellas que repugnan por si solas al espíritu comunitario, es lo que sucede, por ejemplo con la bomba atómica o la clonación. Así, pues, decir que la pederastia es como una misa satánica, en apelación a los más primitivos sentimientos de la especie sobre lo bondadoso y lo funesto en contraste con los instintos y las pasiones que –quizás por fortuna todavía le hacen percatarse de su naturaleza- sería como decir que clonando  las mejores y más excelsas inteligencias se podrían construir todas las bombas atómicas del mundo para mantener el equilibrio. Los hombres son siempre un movimiento discontinuo en sus mentes, pero el espíritu fluye siempre, por los cauces más insospechados, pero siempre en la misma dirección, aunque los apocalípticos llenen los zapatos con piedra de escándalo.

OCIOSIDADES DEL AFORISTA

EL AFORISTA
ESTADO: La más elegante expresión de la miseria moderna (la más acabada es la filosofía) y los rompe-cristales de Transmilenio en carros de alta gama son su alter-ego.
P.S.: La posmoderna está por estudiarse y definirse.

BURGUÉS: Vividor de la Cosa Pública.

COSA PÚBLICA: Aquella que los que tienen mantienen para que no se les acabe; y los burgueses son sus parásitos (primer caso de simbiosis orgánica)

TIERRA: La única manera concreta de decir soy yo, aquí y ahora. El instante siguiente depende de que la tierra no se me corra, porque otros mundos que no quiero que se me presenten me acechan; mas, como saben que los conozco, no se me acercan, a menos que les desbroce su manigua con mi macheta dialéctica (primer caso de simbiosis inorgánica).

PUEBLO: Costal tejido sin ningún miramiento en el que nos metemos todos cuando nos fallan o nos faltan las mangualas y que cargan al hombro gustosos culebreros mediáticos  y toda clase de profetas.

ANARQUISTA: Hombre que usa su lucidez de saber que el mundo es una absoluta confusión para tratar de hacerse rico en los socavones de lo auténtico.

AUTÉNTICO: Aquello de lo cual las notarías aún no han podido tener enfrente el original.

PROLETARIO: Hombre fiel a sí mismo y a las tradiciones que ya no quiere ganarse el pan con el sudor de la frente sino con el hervir de la sangre.

POETA: Hombre que usa los desuetos ritos y creencias para negociarlos en las subastas de la belleza.


MÍSTICO: Especie de orate que le gusta vivir de los frutos que crecen en los árboles del aire y que hostigado vomita versos, fábulas y piedades encima de los instalados en la vida.

TRES POEMAS PARA MAÑANA

DESPIÉRTAME
Despiértame, tonto, cuando arribe de mi aventura de gran gamberro
la nube de cocaína despeja mi frente de cielo
lo mismo que el agua turbia agita y activa mi lengua
en el negocio del ajenjo.
Tú, que duermes con ojos atentos a las verdades perdidas en libros famosos
y restallas el látigo a tus caballos medrosos de la medusa injerta al Pegaso
que computa y orgasmia por igual sin pucheros de moral
y que te taladra el cerebro pero siembra la eterna fe
contenida en cualquier credo de mundo futuro o paralelo  
de mundo de sueño o de infierno, despiértame
cuando se asienten al fin las cenizas de un seis de agosto
en las ascuas que al fin lograron encender el diamante
engastado en la corona de una reina Vida refulgiendo nadas
que a manos llenas manaron dicha y rica comida para pobres:
dialéctica del poder aquí y ahora, con o sin sangre
sin ideología o con tuétano ¡perra estética!
quítame la cereza del bloddy Mary berry
que mi vaso de cristal líquido ya no necesita aderezos
¡Qué me lleve la otra inteligencia! Que yo la llevo a ella
en mi mano que se adelanta a su tecla que se cree teta
de donde mana leche asombrada de lactar hijos de una Historia muerta
Yo, que todavía llevo el vestido gemelo de las torres de wall street
no puedo convencerte de que cimentas tu espejismo
en los monumentos de los muertos, por eso despiértame
cuando llegue desparramando con mis manos llenas
el vacío con que sellaste la bolsa de mis esperanzas muertas.


AMENAZA
Les gusta amenazarme de lejos y en manada
a los ángeles carroñeros
a mí que amortajado de soledad ya no temo
a la muerte, al acecho, a la tristeza
a lo lejos, ahora que hablamos telepatías electrónicas
qué culpa tenemos, me dicen
que el mar del sino ineludible
nos traiga sus olas heladas
y nos invite a surffear
en nuestras tablas de alas tibias?


CANTO PARA HEROÉS DE MAÑANA
Canto a los héroes de la moral de acero
forjada en el fuelle de años y años
y de milenios de culpa, expiación y misterio
que se solazan con su botín y se jubilan:
Vida guardada en el perfume rancio
que destila la hermana del solitario otoñal
en un pellejo que sirve a la vez de ánfora y desagüe
                                                                        [de los brujos
Tralk-ctuales asepsias descreídas
que lavan el yodo en heridas de padres e hijos
 que no necesitan saber que serán brecha limpia
por donde penetre el acero del futuro
cuando ya no se acuerden del olor del perfume

y el sabor de la piedra abra la boca a sus telepatías

miércoles, 21 de mayo de 2014

ASÍ SE VA EL DÍA...

PRAGMÁTICA DEL OCHO
Han visto ustedes a una mujer haciendo el ocho con la boca?
pues, ¡créanlo! Es un bicho atávico
que bien adentro del chocho a la puerta toca.
Mas, si acaso hubiera en el vecindario sonrisas gazmoñas
que se enteren de que un  chocho es una semilla
-azabache le llaman otras bocas y mentes locas-
que cuelga con el calor en la rama
es de dura corteza roja
pero adentro de la ciencia di-cotiledónea también hace
su ocho ¿para estrangularse?
¿para multiplicarse?
¿para enterrarse?
¿para recordarnos el momento del mentón dividido
antes de ser redondeado y echado de menos?
¡vaya usted a saber! Pero es seguro
que la ociosa creatividad humana
hace con ellos chinas pelotas que vuelan pero no rebotan
hace amuletos que ensartan con ombligo de mico
para ligar niños contra el mal de ojo y amores infaustos
collares para colgarse en las fiestas que hace el diablo
cuando la palabra está ebria...
en fin, cuando una mujer hace el ocho con la boca
debería a usted recordarle a su mamá
como a mi me la recuerda para decir
no puedo casarme con mi madre
aunque podría acostarme con ella ahora que está muerta
mi gana vehemente de hacerla mi sujeta.
* * *
CASA TRANQUILA
“La casa entonces era muy tranquila”
Jorge Guillén
Acaso ella quería ser ese lector
“tan inclinado como el estudioso
que encuentra al fin su libro verdadero”
pero la noche que se nos inclinaba
en plenas once del día como la pereza a ella
a mi como el desasosiego
haciéndonos su venía traicionera
sirviente que ni siquiera espera
la felicidad del salario de la quincena;
 se hubiera podido amistar con la madera de la mesa
en vez de agobiarla con el peso de la cruz de sus brazos
y su cabeza con corte de muchacho, pero quizás su papá
le revoloteaba en torno como un cuervo ominoso.
Yo, que no tenía bajel ligero
donde embarcar mis “hombres dichosos”
que sí Robert Louis Stevenson
me decidí a ir hasta allí, a decirle:
Vengo a devolverte esta foto, hija
que me regalaste para destacar tus más feos rasgos
y vengo a exigirte que, o me matas de una vez
o me entregas de mi tus sentimientos más hermosos
te pago por ellos una declaración certificada
donde conste que te usuré mi orgullo
con contrabando abundante de padrenuestros
y qué rabié y maldije a tu madre
y te nombré la abuela, vieja bruja
por colgarme, “chorizo seco y rancio”
en el alambre silencioso de tus recuerdos;
¡eso sí!, podrás exhibir este papel para cobrarte vanidad
pero no podrás saborear la sal de las lagrimas
con que borroneé su tinta.
Yo sabía que ella también tenía
tu ponzoña de maldad impregnada
en el dedo gordo del pie del siglo.
* * *
TEORÍA
Porque soy propietario de un corazón solitario
ninguna teoría de El Capital me importa
que si vienen mil proletarias arias
para afiliarme a la solidaridad de su sindicato de mil años.
Que si de cabeza hegelianas vienen
a tocarme sinfonías de la cosa culta
yo me quedo con mi música.
Que si las musas de Platón
que si epicúreas con manto cristiano
que si hedone con cuero de caimán en el carriel
que me toquen el bongó
con la cáscara de mis huevos románticos
¡Ah! Pero si una dulce y desnuda
de sonrisa y de pies cálidos
que escalan la nitidez del no importa
paguemos a lo americano
y hagamos algo que disguste al respetable
en ese partido me embarco.


martes, 20 de mayo de 2014

POR QUÉ VOY A VOTAR POR LOS SANTOS

POR QUÉ SÍ VOY A VOTAR POR LOS SANTOS
Quizás porque las cigarras con su estruendo de medio día de estío en el que el vaho de una rociada del cielo –y que no se sabía a ciencia cierta si era cibernética o simplemente medio-am-bio-ntológica- parecía traducir su algarabía en un sitio que la social-bacanería había tenido que abandonar para decirnos que ni ellas ni tampoco las celosas diosas del Olympo acusadas en sagrado orden jerarquico habían tenido nada que ver en el insidioso asunto del que Platón, tres mil y punta de años antes, las acusó, y según el cual por culpa de su canto sin sentido él y Alcibíades no habían podido culminar un asunto de alta filosofía y de lo que según las crónicas chismosas se aprovechó Sócrates para quitarle su favor, que no sólo era romántico sino también militar, es que me decidí a dar mi voto por los Santos.
O quizás por un asunto más embrollado. El caso es que cuando arribé a aquel paraje  de mi mal querida y bella Villa Pichantes (el cual en realidad no había sido desalojado por la social-bacanería debido a que las fuerzas militares tomaron una casa de recreo de dudosa pero lujosa procedencia para instalar una base de control perimetral, sino que era la social-pro-ver-e-cía que, acostumbrada  a parquearse en gallada cada vez más nutrida en aquel paraje a fumarse sus porros y a tomarse sus guaros y urdir sus burdas pero inocentes conspiraciones de moto-traillers, se ahuyentó; porque si hubiera sido la social-power-bacanería la que allí iba, se hubiese seguido instalando con su diplomacia y sus dosis personales de simpatía, cálculo, moderación y prudencia, frente a sus propias narices. Pues si alguna acusación de, por ejemplo, escándalo público, o subversión del orden, ellos hubiesen alegado que siendo aquel un paraje rural, alejado del centro hipocrito-urbano, del cual ni ciudadanos del común, ni niños, ni juntas de acción comunal, ni noticieros, ni sapos de poca monta tenían noción, entonces no había razón para que fuesen a sacar moralinas trasnochadas o argumentos éticos que ya la ley no respaldaba. De modo que ni modos), las cigarras me tomaron por asalto. pero fue solo para que yo también me parqueara allí con mi frasco de pony-malta repleto de dulce vino de Chile Syrah-blanqueado por decentes comerciantes a escuchar sus quejas o cantos de sirena. Pero sólo fue para llamarme su atención, porque inmediatamente empecé a tomar nota, un silencio adobado de piares y trinos de pajarillos diminutos y huidizos de colores amarillo raya de carretera, gris asfalto con marrón de botellas de cerveza, rojo de pares inexistentes, me lanzó de cabeza a la bañera de los Santos.
Pero fue don Sir-a-él el culpable de todo. Al principio era don Risa-él: Se me puso al lado de pronto cuando iba, así, despreocupado como siempre, con su estampa de Juan Valdés (poncho al hombro, perrero en mano, zurriago haciendo pases de tango, bigote perlado por sus dientes porque el negro de sus cerdas era tan intenso como el brillo lucífero de sus ojos; y sin mula): ¿Cómo va, patroncito? Raro verlo por estos lares; ¿acaso está perdido? Qué va, paisano –le dije con una sonrisa confiada-, por aquí renovando la visa de transeúnte con sello de reincidente. ¿y es que acaso de donde viene? no sea que le pueda suceder un accidente. Ahí fue cuando se convirtió en don Rilas-él. De modo que, quitándome los lentes de color café, le dije ¿Y es que acaso no reconoce esta flor de la floresta? Hizo un gesto como si quisiera sacarse una hebra de entre los dientes con la lengua pero apretando los labios más allá de la paciencia que se tiene antes de engatillar el dedo para introducir la uña, me dijo: Pues sepa usted que no; a menos que me de algún santo y seña y me miró de arriba-abajo con saña. Mire señor, yo no quiero interrumpir ni molestar ni nada ni a nadie; si se va a ir de atraco a este pobre caminante, no’más diga que estoy a sus órdenes. Ah, no, no ¿cómo se le ocurre? Me extendió una mano gruesa y nudosa Gentilicio Prokuerdo; no se preocupe es que nos gusta siempre estar seguros. Dígame ¿vio algún retén más arriba? porque es que a veces son los paisanos alborotados; otras los paracos; a veces la policía y, bueno, a la hora de la verdad nunca pasa nada, este territorio es muy sano y productivo; pero a veces le hacen a uno perder tiempo las tales fuerzas vivas que otros llaman sociedad civil. No recuerdo si le dije mi nombre o si acaso le dije Zumbambico al uso para servirle en medio de mi confusión pues me recordaba a un señor; un tal Israel Cazador, ‘erotizador y chamán profesional que le saco las ligas y males de ojo, rezos y toda clase de hechizos con pipí de gurre y manteca de cusumbo-solo’ que me encontré atravesando un atajo de un barrio de los que llaman subnormal. Él fue el que me hizo decidir dar mi voto a los santos.
No me gusta ser metido a grande, y si me gusta, me gusta en lo que conozco, especialmente en cuestión de opiniones espinosas; pero cuando a uno lo dirigen, uno quiere influir en el bocado para que no se exceda la rienda. Así fue desde el principio; y aunque ya casi nadie se acuerde, habría que recordar el episodio de Jacob y el ángel cuando se enredaron en una equivoca, o cuando menos en una confusa, pelea en la que Jacob tomó al ángel del jarrete durante toda la noche y no lo soltó hasta que le dijo su nombre. No se nos dice el nombre del ángel que gravita sobre nuestra patria para llevarla hasta la tierra prometida y el mismísimo Dios hizo trampas con su pueblo rebelde para sacarlo de Egipto, de Babilonia, del oprobio romano. No quería darles un rey porque también son ralea, pero pidieron un rey y entonces tuvieron que vérselas entre jueces y reyes todos amangualados y la historia se fue sofisticando de necedades regias. Andrés Oppenheimmer dijo hace poco que era muy escéptico acerca de que logrado un proceso de paz en Lo-cambio Colombia los negocios de las mafias de las drogas -y de todas las mafias- iban a desaparecer; porque tenía conocimiento de causa. Las mafias son universales y no de ahora, sino de siempre, pero una cosa son las mafias como negocios subterráneos y otra muy diferente la voluntad de mal y la voluntad violenta. Los Santos también son ralea pero han aprendido a hacer las cosas desde la bendición que implica, primero, no derramar el vaso de la sangre del hermano ni del primo ni del vecino ni del opositor leal; segundo aceptar las derrotas razonables. Son reyes que tal vez hicieron trampa en el examen de príncipes y acaso les tocó, luego de que sus padres hicieron el curso del tiempo para avalar su derecho de posesión de la mina con procedimientos sostenibles y razonables, hacer negocios con José Obdulio’s, con Al Capone’s, con Roosvelt’s, con David Murcia Guzmán’s, pero –con primo a bordo y todo- ese Santos que busca reafirmarse en el trono deja trabajar, deja protestar, deja porfiar, deja investigar, hace seguridad sin alharaca, no recluta nubes que lluevan ubérrimas, pero deja que ordeñen los que sabihondan, y sabe como tratarlos cuando corco-vadean; el secreto es aprender las virtudes antes que las mañas... Me dicen las sílfides transistorizadas que ahora, cuando vuelvo del paraje donde las chicharras me regalaron semillas pacíficas que los muchachos de la Universidad Nacional están haciendo disturbios y protestas que tienen más que ver con sus hormonas en efervescencia que con sus ideas en orden. Y es que así sucede con nuestra patria. No me imagino al papero Pachón de presidente de la república después de que un sorpresivo –y acaso deseable con figuras- voto en blanco obligue a cambiar las listas; no me lo imagino sin saber como capear las presiones de los señoritos ni negociando con Washington o Boli-variando con Maduro, ni imponiendo soberanías de tejo y azadón sin agentes cuánticos –es decir, sin hackers autorizados y blindados-; tampoco me imagino a Navarro con intérprete aunque me pudiera imaginar a Petro pero luego de que un baño de espíritu común hecho idea honesta y no caudillo brille; porque de nada vale Oscar Iván Ventrilocuo ni Peñaloza haciendo ron de hormigón con cuadros de Obregón y discursos de López Pumarejo. Acaso llegue el día, no tan lejano, que algún Aureliano Buendía Jacaminoy lleve a nuestros descendientes al elegante circo donde por primera vez se aprendió a derretir el hielo.

Los santos viven y hay que invocarlos; ojalá que el que recoge las oblaciones los envíe a quitarnos el oprobio. Al menos mientras la paz nos vuelve más tranquilos para actuar en grupo.
          
        

    

domingo, 18 de mayo de 2014

DEL TERROR DE SER ABURRIDO

DEL TERROR DE SER ABURRIDO

Lo lógico sería que el terror de ser aburrido apareciese como acto reflejo de, por ejemplo, el estar estableciendo comunicación con alguien que nos agrada mucho, o que queremos impresionar o conquistar; pero el terror mío me sobrevino de pronto,  no como sensación sino como objeto de reflexión. Estaba escuchando una entrevista con un escritor –escritora para ser exactos- de literatura para niños y jóvenes y, pese a que la entrevista era fluida y amena en el sentido de que el intercambio de sensaciones que alcanzaba a llegar como producto de la fuerza ilocucionaria de los hablantes, de la perspicacia de las preguntas, del retrato auditivo del gesto del entrevistado al tener una serie de tics de dicción, al emitir rápidamente el interlocutor, al intento de adivinarle el pensamiento o de hacerle sentir que estaban en comunión conceptual, de dejar una frase coja para irse al recoveco de un recuerdo lejano que mantenía, no obstante, el interés o al menos la atención, pero en un momento, pese a que navegaban por las riberas del río de mi mente los premios destacados, la historia familiar –rara mezcla de condiciones sociales y culturales dispares que dejaban sin embargo un punto de inflexión: libros, lecturas, interés por la cultura y el estado de los otros al llegar una vecina a solicitar a su abuela que le leyese una carta-, los terribles momentos de una mujer joven agobiada por el estigma de la dictadura política-, se me escapó, entre las sábanas tibias, una frase que le dirigí a mi soledad amortajada de pies a cabeza para viajar paralela de la realidad a toda costa: Qué señora más aburrida. Y es que siempre que me dispongo a actualizar el viejo vicio de dejar la mente correr al tenor de lo que dicen otros en la radio –como cuando se escuchaban las radionovelas de Kaliman- no paro mientes en la conseja del onanismo cerebral y siempre tengo pequeños o grandes orgasmos espirituales que me regocijan de amores efímeros y gratos, no problemáticos, nada exigentes, que a veces me mandan sus hijos, reconocidos o bastardos, para que me sirvan con cariño sus dosis de fantasía, de descubrimientos, de caricias con origen familiar y hasta de reconvenciones e invitaciones para interesarme en mundos no imaginados o visitados y hasta me preparan curiosos potajes que a veces me indigestan, otras me alivian, pero de todos modos me hacen compañía. Mas cuando de todos modos tienen que irse para dejar que mi casa íntima no se la lleve la ruina que implica el no hacerle mantenimiento al mobiliario particular y para que mis señoras tesis preñadas que esperan eternamente que llegue el momento propicio de tener sus partos sigan mesándome las canas, las ganas y caimas : de pronto un día llega la cigüeña con pañales o guadaña, pero llega y listo, a otra cosa, amigo, entonces me desquito de la rabia que me dejan con los muebles reales, con los utensilios de hacer aseo al piso; dejo que nazcan malezas sobre el ceño sendero que sigue a la verja de la sonrisa, me jodan la vida y me manden a la calle a patear piedras y conversar con pajaritos; pero, qué piedra: siempre me acuerdo de traerles algún detalle para cuando se acuesten cada noche a mi lado a hacerse las indiferentes o a ponerme cachondo con el desafío de si sería capaz de ponerme a trabajar después de las orgías con el DVD.
Pero el terror de ser aburrido, así como la felicidad es un estado de alma, es simplemente un estado contrapuesto de los intereses en contraste con el ambiente; a cada cual le interesan más unas cosas que otras para disfrutar de la vida y el asunto es que no siempre se encuentra uno el ambiente adecuado. Ahora bien, cuando se refiere a las otras personas, uno no puede nunca llegar de buenas a primeras a concluir que alguien es aburrido; desde que esa persona sea mentalmente sana, o su momento no tenga motivos especiales de turbación o mal ambiente, siempre sabrá mostrar un lado divertido. El problema sobreviene cuando cada cual sobrepone sus intereses y sus intenciones a las relaciones interpersonales; y ahí es cuando me di cuenta de lo que acabo de decir: el escritor en cuestión es una persona que, a no dudar, tiene una personalidad inteligentísima, tiene un bagaje académico eximio (y ese puede ser uno de los principales puntos de quiebre de personas que por dejarse llevar excesivamente del canon de la academia y la fórmula científica, se pierden de ser personas excepcionalmente encantadoras), pero cuando uno pone sobre el asador la carne de la circunstancia de que escribe para niños y jóvenes, entonces aparece el pequeño duendecillo de la ingenuidad, de la frescura, de los valores, de la formación, entonces se llega a la conclusión de que esa persona necesariamente tiene que ser, en el sentido más lato de la palabra, es buena.
Charlando con mi nueva concubina del día, mientras nos paseábamos por las avenidas chismosas y coloridas, originales a veces, cursis otras, tendenciosas casi siempre de ese deseo mal llevado de ser uno sin dejar mucho chance de ser molestado o de que nos adivinen defectos o rasgos cómicos (la capacidad de ser cómico es una interesante veta de la complejidad de lo humano) del Facebook, me encontré con que alguna persona escribía en su muro que los partidarios de un candidato a presidente no dejaban, con sus recientes enredos corruptos, la posibilidad de creer en sus buenas intenciones; uno de sus amigos le contestó: ‘ un partidario suyo lo dijo hace poco: los ur-partidistas o son  inteligentes, o son buenas personas, pero nunca las dos cosas’ . Otro escribía que la votación próxima la debían hacer ciudadanos conscientes de no votar por la misma estirpe corrupta, manipuladora, mentirosa, etc. etc., pero dejaba en el aire una posibilidad que a su modo de ver pudiese enfrentar el mal generalizado, entonces me acordé de la principal causa por la cual llegué a la conclusión de que es terrible el terror a ser aburrido: la escritora objeto de mis barro-untos dijo que tenía un blog en el que se preocupa por divulgar escritoras olvidadas o desaparecidas que no tuvieron la oportunidad de llegar a la era de Internet; entonces por inferencia lógica llegué a la siguiente conclusión: es de esperar que según los antecedentes, la señora debe tener unos criterios muy cimentados acerca de la calidad literaria, el buen gusto, el interés, etc. etc. para pretender publicar, lo que significa que en la Argentina hay una ventaja grande en el aspecto de la historia cultural y literaria, pues, regularmente quien realiza una obra digna de ser conocida siempre encuentra una forma de que aparezca al público; nosotros, como pueblo vivimos un complejo enorme de discriminación de clases y de tremenda división como nación, en consecuencia, la gente del común no se dedica a cultivar el espíritu literario, pictórico, artístico, dramático de forma masiva por el simple deseo de hacerlo y que permita tener un acervo de historia y desarrollo espiritual y puede ser, porque nuestra idiosincrasia resentida y desconfiada no se atreve siquiera a pedir, reflexionar, difundir, la idea de que cuando no hay nadie con quien contar, la posibilidad de votar en blanco para volver a barajar y repartir sería una interesante –y nada aburrida- forma de seguir buscando el camino.

         

jueves, 15 de mayo de 2014

PIROPO DE CAFETERÍA

¿Cuánto debo de desprecio? O ¿Cuánto de cortesía?
nada por pan-de-you-k,
pero cuando quieras mi  Q-K, aquí te espero

miércoles, 14 de mayo de 2014

¿EL CREPÚSCULO DE LOS LIBERTINOS?


El escritor manizaleño Eduardo García Aguilar publica un erudito artículo en su blog acerca de el crepúsculo de los libertinos; en él hace una descripción sucinta pero completa de la historia de la literatura carnal; sin embargo, su tema de reflexión es desafortunado. En lugar de jugarse por la idea de que en pleno siglo XXI la sociedad novelística presenta un panorama autoreprimido, con lineamientos que intentan respetar los cánones de  estéticas gazmoñas, o cuando menos decencias que parecen heder a hipocresías ridículas -cuando cuatro o cinco semanas atrás había hecho una detallada semblanza de los destapes eróticos posmodernos, caso Cristine Angot o Virginie Despentes y aquellas divas de la literatura sin calzones ni escrúpulos a la hora de denunciar padres abusivos, maestros vividores y alumnas oportunistas como telón de fondo de una sociedad de masas metida de lleno en el vértigo del aquí y ahora- podría haber sido un poco más agudo con aquello de que pese a la crisis del mundo del libro, tanto en su asunto de objeto físico, como en el de su abandono como instrumento de ejercicio neurolingüístico -ahora hay más calistenia cerebral con Twitter, los videojuegos y el funesto, para la lectura, cine-, todavía hay nichos de mercado para toda clase de cachivaches culturales, así como también hay todavía un mercado -y grande- para los productos sofisticados (y toda filosofía de la virtud pertenece a refinamientos de la psiquis), que ya como fetiches de nuevos ricos que se dejan contagiar de la nostalgia de los mundos regios en los que el glamour exclusivo no desecha los humores venéreos, sólo los perfuma con esencia de rosas destripadas de lo noble, lo bueno y lo bello, bien como socios de esa misma cofradía exclusiva en la que los mismos cielos son conspiradores de un mundo ordenado, con futuro, gobernable y acaso perfecto. Pero también hubiese podido reflexionar, como me lo hizo hacer a mí con el mencionado artículo de las divas del destape y cuyo producto sin elaborar fue: ¿La era posmoderna fue la que acabo con la literatura del genio? con el destape absoluto de todos los tabúes, con la desmitificación de todos los relatos, con el aval a la neurosis como forma de vida de psiquis desordenadas u ordenadas en torno a la voluntad de poder en las que sólo importa tener el oro disponible para poner a funcionar a todos los moros ¿se avino un nuevo florecimiento de la decadencia feliz y narcotizada que mató el reino del símbolo?