viernes, 30 de marzo de 2018

NUDO DE INVIERNO




Como un nudo de serpientes en su hueco de invierno se revuelve mi pecho
escuchando cómo el zorro husmea y el armiño hace su fiesta en la nieve
adentro acechan puntas de hielo y sus filos no darían miedo
al trineo en que pudiera llevar a mi nudo por la estepa, pero recuerdo
que los cantos rodados reales de acero salen sin miedo y montan
sobre mullidos cueros muchachas livianas que se beben sus vodkas
o se tragan sus éxtasis y, una vez relajado el misterio trasero
se ponen a hurgarlo mutuamente y aspiran la nieve
y se burlan del ñero y sacan chispas de su conexión interestelar
derrochan datos intrascendentes, desafían presidentes
y todo el mundo ríe de su originalidad y mi nudo se revuelca en su fuego
se muerden unas a otras mis sierpes con su veneno de recuerdo,
pero ni se mueren ni se aman ni se van de la casa[de nostalgia, de rabia,
solamente una cerveza por fin las disipa y el pecho se vuelve floresta
y los ojos de afuera se regodean de su espionaje magistral
y sus corresponsales locales sacan a relucir [made-in Zuckerberg
sus disculpas y otra vez el mundo gira y no va a parar
en tu angustia.