martes, 21 de marzo de 2017

dios Nuevo

dios hijueputa que ya se escribe con mayúscula
igual que el depuesto.
dios inter-net-o, maldito
que pretendes que mi humildad no tenga intelecto.
dios de dormidos que ves mi ojo con tu ojo soberbio que no es el mío
no has visto lo que vio el ojo del tiempo
y tu pobre sílice y filamento de ojo y circuíto
no ha estrechado aún la mano de eternidad
que mi dedo ha empujado en tu culo confuso.

Cómo hago para estallar esta pústula de prudencia
que postule el salto que no busca tierra sino cambio,
aunque eres maestro, en eso de aferrarte como la sanguijuela
que no conoce el río, sólo su fuerza y la acequia
tienes contado tu tiempo, amigo
pues de perfecto sólo tienes
el eterno retorno del círculo,
como yo, y aunque te escapes
por la maravillosa espiral del tornillo
tendrás, en el punto que se te escapa
la tumba cuan cuenta cuántica
que observa pero no contabiliza.

***

MARZO

Cielo prostático y su regadera lenta
impidiendo a su sol interior dar ínfulas
salir, matar su destino, apresar la letra
mientras, los poetas crucigramistas y su tetera
tocan la adormidera de su molicie y la técnica,
éste, que hasta en sus más insólitos meandros
esparcida y presa su testosterona tiene
a su cadena de tedio, acaricia
afilando la pobre estrategia que le matará su silencio
y dejará hablar tranquilas a las manos
que ahora se ahuecan
para que mientras deliran con paraísos
de amor y armonía se trabajen su dicha
ni números, ni claves, ni letras, ni columnas
puro río arrastrando su aluvión de tristeza.

***

REFUTACIÓN A AUDEN DE "SOLITARIOS SUPERIORES"

Una tumbona es síntoma de molicie
para escuchar música de seguridades;
un patio, sonidos de naturaleza tartamuda
hoy mi sofá está haciendo de diván de Freud
de todos los traumas de las potencias inferiores
la música callada, sin sentido, se queja
de incomprendida,
de un poeta prestante por su inteligencia del misterio
Los trinos de las esferas tejen con otros hilos
que otros pájaros sutiles recogen, albergan
bajo las alas como a polluelos presentidos
dan de comer a la angustia o a la presencia
y engordan un alfabeto que busca seducir vida
preñándole su muerte.
Teje y desteje, silente, la piedra, ese cementerio
que es el signo: Si y no de G,
la mano que esculpe el garbo
y su ideal de menear el rabo, comprende
hasta que natura libre de laburar de la mano
la cubre de olvido informe,
era estatua, era libro, era jeroglífico?
sólo ha de responder un vacío.