MODELAR
EXTRAÑO
Colegiala
que caminas como si la escuela fuese
una
academia de modelos y no una guardería
de
la brida de esta final escena universal.
Gastas
la suela de tus zapatillas con una gracia tal
que
el gasto no es diestro ni siniestro
y
en el pathos
de tus
zapatos el centro hace orgías de mismidad.
Los
cuadros de tu falda de colegiala filman en paneos
los
abismos que van desde el pan al huesito de la alegría
pero
la imagen nítida es tu inalcanzable centro de gravedad
y
pese a que un poeta sobrepasa el guión ultramoderno
que
te osa formular atavío de cultura de cochera
que
en el peircing
nariguera
hace cosquillas a la comisura
de
tu boca que no alcanza a voluptuosa vulgaridad
porque
en el rouge
de putita
que en tu gesto hace cita
el
alma pone un raro acento del que no sabemos
si
es poco ensayo, poca catadura o definitiva castidad,
No
cree este pobre esteta que el acero de la pesa
[que pendula en su prepucio
con
esa argolla no se pudiera desposar.
¡Ah,
qué hacemos!
-se
dicen los gemelos pensamientos-
si
ya bailaron los destellos de los ojos
su
mazurka de odio con curiosidad?
huir
porque el tintineo del leproso
que
hace un código insobornable
es
más fuerte que la policía del poetizar
que
te pide papeles
y
que respondas cuestionarios
escritos
con imán.