DEVASTACIÓN
Se pararon los timbres de la emoción en un
solo tic de luciérnaga
y el aire se quedó esperando un tac de
respuesta
Cayeron los cortinajes del enclave soberbio
no había quien mirara; rayos de tormenta a lo
lejos
cada gato pardo arrebujaba en misterio su
transparencia
las cuclillas empacan sus literalidades
secretas
por si la garra de la tierra quisiere indagar
cualquier agujero
mas el tapete de trébol anuda sus flores
¡no habrá de rondar ninguna abeja este
momento!
pero como el amor a cada instante casualmente
por allí pasaba
vio la amplia sala dispuesta. Vacío
a instalar los canapés y los camafeos
antiguos
listos los rincones del escarceo y los
ablatorios de los besos
al fondo el hueco del hondo precipicio
¿para caer en las fauces del dulce deliquio?
o delirio
pero iba ebrio el héroe y su corcel desbocado
a confirmar la existencia del previo
espejismo
y si el sopor del pasar cotidiano esculpido
en el nimbo
que evoca un ángel lejano hubiese abierto los
sordos oídos
habría escuchado una música cantarina de
remanso abierto
con destello de su sol escondido
tejida y papeles sacados de su misma cuna
entonces al paso dejó en el alféizar del
tiempo detenido
un mensaje: Abrir sólo al regreso.