miércoles, 26 de julio de 2017

PAJARILLO




Ay, ay, ayayayaay, tristeza
un pajarillo vecino en la rama del árbol
canta, como sólo canta un gorrioncillo
y mientras, entra su trinar en mi oído
y va hasta el hueco triste que tengo por cerebro
alguien traduce: Estoy libre
parece decir en su psss-prrrs-prriste
estoy libre
y nadie le contesta
y luego vuelve a cantar
han cambiado de turno los traductores
Ay, tristeza
ahora está diciendo el pajarillo: Dostoievsky
en otro árbol empieza a cantar
esta vez el túnel abre la puerta a al izquierda
prsss-qrrasss-prsss, por-qué-me fui

Es verano, los gorriones en verano no copulan
sólo cantan tristezas y alegrías
pero no intercambian ideas

como cuando en invierno cama y mesa.

SHAKESPEARE


SHAKESPEARE DESENMASCARADO

Cambiar las pautas del protocolo del guardagujas del tren del placer
si aquella dice:
no me pusieron hora para el itinerario
que sucia inconsciencia quiso escoger, que no venga
moral supervisora a establecer el precio de mi pasaje
si en primera, o en última también
quiero freír las tortillas con ese chorizo
y ese señor revisor de tiquetes
que en inglés no me hable, ya sabe
que Shake-speare renunció a tronos y a reinos
con tal que su espada y su tiburón navegasen profundo


TÍA


LA TÍA

Cómo decirlo
las diez leguas a la frontera
sobrevinieron como un deslave?
¿supo de pronto el nido ufano arriba del árbol
que una enredadera en la ventana puso su mano
y ahora la estrella, la sonriente, la cálida,
la cantarina, la que saltaba charcos estalló en enana?

Decir que es raro
que ahora las flores abran sus pétalos
para incitar el canto del pájaro
y que más bien se evaden como los brillos
del pez delante de un zarpazo;
iré a decir de una buena vez que la indeseable tía vino
de visita pero va a instalarse
-confesaré que trajo un presente
un cartel con caracteres extravagantes en la frente
entre maduro y decrépito sólo hay un paso”-
contra voluntad o contra ley
mostrándome la cédula actualizada en la arruga?
¡Que se vaya al carajo!
Va a depender de mí
de como paladee y pinte de colores su sucio vestido renqueante
de cómo la envíe a llevarle al asqueroso mundo mis albricias
de desprecio, mis venenosos pasteles pacientemente horneados
de cómo el niño insolente va a recibir el estallido del globo
en la cara, lleno de agua, de la dama,
la elegancia, largamente disimulada
¿cuántos tronos de triquitraques vamos a conquistar.
Es obvio, que tienes todas las ventajas.
O vamos a irnos juntos a bailar el borbotón de los gusanos?
Muchacha.