viernes, 24 de julio de 2015

DELIRIO PARA UNA UCHUVA


DELIRIO PARA UNA UCHUVA

Entre la charamusca de un día raro
La bruma de la desilusión
Día en que me meé en la tela
Que urdía la araña de la desolación
Me encontré con que como mi corazón
Mi mente está sana
Más sana aún que los que cantan una simple canción
Más, eso no implica que sea una simple cama
Con servicios y cocina
En una simple y pobre habitación
Era la iridiscencia de mi meada
No una cosa rara sino una cálida auscultación
Y entre el vapor de la tela destrozada
 por mi chorro ávido como ensoñado
pues no era su fuente la bomba que está a la mano
sino una más fuerte
que no siendo músculo mueve todo el motor
me encontré con que aunque solitario
aún más sano está mi músculo del amor
e invicto, mi culo, cumpliendo su función
y de acción a la falta el cielo como desgranando
de la mezquindad de los hombres, dijo
“pélame la uchuva”
Ah, cielo bandido; una sola puesta en el camino
Ya que no saben ellos lo que es limpio
Como tú, sabes clítoris pervertido
Limpio es como desopilo mi pilo
Y lo vuelvo a organizar
Entonces, ¡Oh, señor!, dije
Mi secuestrador
Que en mi propia casa me mantiene cautivo
Y no obstante no conoce todos los meandros
De mi río, todos los pasillos
Intrincados, por donde temen
Entre corazón y mente
Medrosos los motivos que se esgrimen
A sí mismos
Como el pobre fantasma en la máquina
Buscando origen y destino
Como el pobre inocente ángel caído
Que no recuerda si se rebeló
O fue un accidente del destino
Su red me ha mostrado
Cómo todos se conforman
De urdimbres donde el filo
De la política navaja corta
Los hilos del ¡conócete a ti mismo!
Y se dejan llevar por la marea
De los ídolos de la tribu:
Hay para ti deleite y orgía
Pero tienes que donarme el espíritu
¡gustoso, esa abstracción!
Qué más quieres
Acaso las claves de mi fe, mis tácticas
Para no perder el número de identidad…
Sonámbulo camino
Entonces un silvestre palo de barro
Que se levantó de las eras sin tiempo
Llamado palta, la pata
Donde me afinco y me cambio el nombre
Agua-cate, furtivo
Como el pecado, pobre hado, mal pensador
Está infecto de la plaga, el “pasador”
De datos para el futuro
Más no echó en vista que a su sombra
Vigorosa y altiva una pobre uchuva
-y maleza, ironía-
Guardada en su sépalo, su santuario,
Una tan sólo, madura, dulce
Y otra, pasa arrugada que pudo haber sido
Pero no se dejó regar, nutrir
Del secreto puesto en entredicho
El instinto pasadizo por el cual
Es muy distinto el deseo penetrante
Del suelo y motivo
Donde surge el amor
Que aún cuando el pobre lienzo de su cubierta
Está raído por el tiempo y el olvido
Guarda fuerte ese vínculo con el misterio
Recuerda ese segundo infinito
En que la luz se afincó en el punto
Y desde entonces el obscuro interés
De lo Otro, caricia y contrario de sí mismo
Se expandió hasta infinito
Y ya no pereció
Pero tampoco descansa…
El único músculo que no está sano
Es el de la elongación del derecho
Brazo que el lenguaje sabe
Que es más fuerte que el en-tendimiento
De la intuición
Nómbrame, nómbrame
Pide a gritos la nada
Pero el dios para sí mismo

Se la guardó.