CRÓNICAS
MUNDIAL DE FÚTBOL 2014
Llega Camilo: Entonces, tío, definitivamente,
¿no? sos un malparido.
—¿Qué pasa, qué he hecho?
—¿Sabes qué día es hoy?
—Si, lo sé
—¿Qué día es?
— es
el día jueves
— Y,
¿qué más?
— Es
el día en que pasa el carro de las basuras
— No
hables en plural y ¿qué más pasa?
— Y, ¿nosotros qué somos? Pasan las nenas lindas
meneando la de los otros “Las penas y las
vaquitas se van por la misma senda/las penas son de nosotros, las vaquitas son
ajenas... el arriero va, el arriero va”
— Si, y ¿qué más pasa, tío? –se pone impaciente.
Por fin el tío concreta; el mundo entero está
en la jugada, ¿Por qué no él?
—
Ah, la inauguración del mundial de fútbol 2014
—
Entonces, ¿No sos un malparido?
—
¿Cómo así, no te acabo de invitar a unos deliciosos espaguetis con aceitunas,
pasas, salami y queso, bañados en salsa de tomate, que ni te los crees vos mismo?
— Sí, pero, ¿me pensas dejar por fuera de tu
poema?
—¿Cuál poema?
—
El que vas a hacer como orla de la inauguración
—
No te adelantes que ya tu eres mundial y sempiterno
—Blasfemo
—
Blasfemo tu abuelo
—Anoche me llamaste Mr. Bean en Facebook
—
Bueno, pero María Luisa te está queriendo
— ¡Cuáles!,
Arcadia está queriendo a Mr. Bean no a Juan Camilo; es tu película
—
¿Qué más da?, tu eres el que le acaricia el empeine; y no me digas que no te le
haz venido.
— ¿Qué
horas son? Necesito una cobija
—
Faltan cinco ¿cómo así, no vas a ver el partido?
—
Tú, tío, escribe; yo voy a lo mío
Con el mundo en la mano estamos,
no somos
todos, ni somos nosotros, pero vamos
Bola
transparente la mirada del brujo en la mesa
las arias
del aqua en el ara: Ara-u-c-a-rias
pero del
hecho, he-l-echo,
nadie agradece, antiguo
gotas de
agua sencilla:¡No hay sello!
ninguna
marca las afilia, pulmón
¿Quién
respira? ¿la Música? ¿es el ritmo el que purifica?
Otrora era
la guerra; ¿son tuyas, son mías
las bodas de
sangre y pureza
que quiere
seguir floreciendo en el vértigo
de arco
iris, pero mentiras: Hueco negro?
otra de las
muchas dimensiones de la armada del cubo
poco aire y Capoeira: profecía y, no obstante
el pulmón
del mundo pide aplausos a su esfera
“Diles que tu no fuiste”: El que conmigo no recoge, desparrama
atado al
dedo el Yo como una bola sin sentido
ajedrez que
no concilia el quantum con el qualia
¿quién
entiende al Yo-Yo que no sube ni baja?
medra
y cuando se
abre, la bola: P-A-Z, una bomba
estallando
en la pared de la nada el agua plástica
voz cantora: J.L. y una figura: ¿Cuántas diosas; una raja?
todas
fin y
principio: We are one
para qué
geo-metrópicas cáscaras
el coco se
rompe por donde quiere
¿te bebiste
antes el agua?
Ah, te
pincha la aguja del arrepentimiento
y la culpa
te aisló en calidoscopio: no entiendo
no copiaste
la figura: We are one
estamos
conectados, somos uno
no mires por
el ojo de la cerradura, mete la llave
estamos
mostrándotela todos; ¿cómo se llama?
tú tienes el
nombre: Ciencia, dinero, sexo, droga
Jesús,
Arte...
Aprovecha la
última cola del gusano del símbolo
antes que su
veneno te atrape
si se te
quedó vacío el torbellino de color y amor
es porque el
reino de tí nunca hizo parte.
Primer ronquido, ¿cuántos van? Aún no van;
están en el lo-h-mío el Himno. Cada loco con su costal y con su himno cada equipo .
Neymar saca la lengua a la lengua de los cielos; que sea de los míos, y se estremece
la carne del anca de Camilo. Quince mi-tu-nos,
qué partido; va por las dieciocho; hay otro partido: ¡qué bien se sienten los
nervios en la tribuna; se nos echan encima! Al otro lado están los graves:
sentimos, pero que nadie lo diga: sueños y ansias; tío y sobrino. Gol, auto gol
de Marcelo: puso el empeine de las niñas afuera pero se fue por el t-a’-lon-e de los niños aceleraditos. Gol, gol, gol, gol, gol, -aplausos-
¿qué pasó, tío? Lo se, lo se, lo se, el mar está en celo: Marcelo ¿Cuál mar,
Neymar? No ese está aburrido.
¿Tío, qué horas son? Las tuyas sobrino,
tranquilo, sigue dormido. ¡Dormido!, las caimas
y ¿qué pasó con el tinto; es el Ca-me(r)lot,
no? ¡qué pillo!
¡Qué golazo! ¡Y que no eres un malparido!
¿para qué me despertabas? No, estaba emocionadito. ¿Qué horas son? Van a ser las cinco. Las veo venir, ¿me vas a
dar tinto? ¿de cuál quieres; de uva o de café? ¡ya voy, prontísimo! Viene la
basura,; la siento. En sesenta y nueve y dieciséis, cunnilingus: El rey en el mar, Neymar. Sí, sos un malparido.
Me voy, me voy, ¡qué me voy, tío! Bueno,
bueno calmado; te preparo un tinto.
Los poetas y los músicos tienen
cifras extrañas; ésta en Radio Cóndor: (¡Qué-hondo-r - in-radio! ¿Ya está el tinto?) «Seven come eleven»: Viene el siete a que
lo eleven. No sé, ¿seno? No es número
perfecto si no tiene uno que lo penetre. No te compliques. Sírveme ese pinche
cafeto. Me voy. ¿Pero, qué te he hecho?
Y, ¿Croa-el- ocio en el estanque del hastío? Croacia: Créelo o créalo,
tío
¿Te enredaste? pues ahí tienes;
estás en lo nuevo. Pelan, por que no leen para defenderlo: ¡Pénal! ¡Árbitro, ¿qué has
hecho?! ¡Escándalo!, ¡Escándalo! Un toque y el títere te da un beso: GOL.
Y, hombre, no, no te van, no-venta; ni te venden: Por más que
pelan las verdades y las beldades: Estoy
luchando para que la corte constitucional defienda a mi hembro. Noventa,
zero-and-cero.