viernes, 6 de abril de 2018

EVOLUCIÓN DE LA PALABRA



Llegó una época en que las comunicaciones estaban tan avanzadas
que era común ver el cuadro de las grandes ciudades:
sin el smog de la locura plástica, los perros posaban
junto a las cabinas telefónicas -esos monumentos- con la pata alzada
-al modo de los amaestrados antiguos y modernos-
y una oreja parada ofreciendo auriculares servicios con todos los infiernos
los perros estaban convencidos
de que los hombres habían llegado a tal grado de conciencia
que podían entenderlos
ellos, que saben lo que es el silencio desde tiempos inmemoriales...
(cabe anotar que ésta es apenas una previsión de un médium
que habla de una época próxima
en que los perros se han hecho con el monopolio de la palabra)


PLEGARIA PARA LA RESURRECCION DE LA TRAGEDIA




Muerto Dios, los científicos hacen la piedra
los ingenieros leen el mapa de dónde hay que ponerla
los “rusos” se encargan de traerla y llevarla
y acomodarla y hacerla quedarse quieta
los poetas la pulen, la educan, la llevan a conocer existencia
y las gentes comunes se trabajan y se esclavizan para irse
claro, los poetas también la habitan, la piedra[a vivir en ella
más se construyen bellos palacios de sueños con ventanas al misterio
que los pintores imitan pero les salen más veladas que las fotos del loco
poniendo sobre toda la luz el rollo y el foco;
los científicos se adueñan de la piedra
pero la verdadera tierra la esconden bajo sus alas inmensas los poetas
de viento, de sal, y de gestas increíbles del sufrimiento
donde es la música la que traduce a la dama, a la reina
a la anfitriona del idioma perdido llamado tragedia

SODOMÍA DEL ASUNTO






¿Que qué es el asunto?
Así-unto, yo, sobre el pan mi mantequilla,
el batido de la vida sobre el todo de cada día;
tú, usas pala de abrir ostras y hurgar langostas
yo uso los dedos de señalar cada cosa
por su sitio y por su seña
o ¿es que acaso es otra cosa
lo que usas para abrir la concha de la paz de cada ocaso?
Tú, untas las relamidas formas sobre la piedra
que ya lamió la babosa
y pretendes que tu dedo puede tapar el arco iris
de las mil esposas con que ato a las verjas
tus mil evasivas, tu malicia, tus astucias.
Yo unto de desdén mi camino
tu me llamas a decir que ese no es el punto,
entonces te abro el foco que parece estar comprando
fórmulas para los ataques de amibas
yo te digo que también tengo un punto
donde no quieres ni osas posar la avispa.