miércoles, 1 de julio de 2015
HILÁ, CHILE, HILÁ
Hilá, Chilé, hilá
que ya ma' no pucha lo suficiente
Tú, ché, que te negás
a reconocer la embriaguez del mapuche
en tu sangre extraviada
de fríos que surgen
de lo más hondo del polo
infierno de otra era
cuando lo sabio empezaba
a reconocerse en la esfera
Ahora, ché , hilá
pobre imitador de pampas fieras
el polvo de estrellas del ecuador
te enloquece
pero tu orgullo anodino te vela
la humildad y la astucia
Ché Mapuche, hilá
pero no hilés tan torpe.
A ver, ¿quién trata de burlarse
de tus pobrezas
quién denuncia dónde lavas
y en que claras
tus tristes vinos
y su crianza de sulfitos?
Dinos, dónde va a chillar Bachellet
cuando tu bachiller
demudado guiñapo íntimo
porque el orden mundial
lo destrozó, haciéndolo
esclavo de su destino?
Ché Mapuche, hilá
pero hila más fino
que este colombiano que ha sufrido
por abrir las puertas de su ser
a tu futuro te ofrece el hombro
y no es ningún advenedizo.
Ché, vení tomate un café conmigo
y preguntale a Alicia
por qué este espejo de hylé
sin malicia sabía más
por ser tan chibcha como latino.
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