martes, 14 de enero de 2014

DOS POEMAS A LA POESIA

  
SERIEDAD DE LA POESÍA
“En el borde de la noche y la mañana
mis corceles acostumbran a respirar,
pero la tierra ha musitado un aviso
de que su vuelo debe ser más ligero
[que el fuego...”
MILTON
¡Ea, luz! puedes irte
ea, lumiere, que llegó el cine
Heaulmiere, premonición antigua
que se lleva en la cabeza
como una bombilla por sombrero
alertando de las nostalgias
de cuando las flores están jóvenes
y de la seriedad saben lo que las niñas
cuando juegan a ser grandes
entre candilejas de tierna poesía:
hadas, muñecas, amores, familias...
¡Ah, hambre verdadera!
es el punto inane, espontaneidad
pobre secreto guardado a voces
en país de sordos
spondaiothV  familiares
ilegítimos de una alta clase
que intriga en los juicios
del aire que no se deja sobornar
porque sabe, él sí, de la seriedad
de la poesía, puesto que dioses lo traen
a vigilar sin castigar
como acaricia el remanso a la trucha
y al remolino corteja
cambiándole su imagen y su fuerza
amén de coletazos de luz
que le propina  mientras le enseña
el moteado de su lomo que sufre
el dolor de la espina
número irracional necesario
para cuajar la nata matemata
de la vida.
¡Ay!,
 alumnos de las filologías cybercuánticas
que habéis dejado sin clientela
a la escuela clásica
no os quejéis de que los temblores
sólo os derrumben casas y cuentas de naipes.


***
HUELLAS DE LA POESÍA
La pobre calandria que oprime
el bagazo de roca de la vida
se para a cantar en la rama
del familiar árbol extraño
que se admira cada día
de que siendo el mismo
el suelo en que se afinca
el paisaje se muda de casa
de la noche al día
y el romance con el duende viento
de la inquieta poesía el canto le avisa
del deber de leer,
ella que se perfuma para ser leída
luida posa su humilde ofrenda
sobre el altar de papel donde los grandes
héroes del genio dejaron con sangre las mieles
del amor, de la moral, del habla mejor
y deja ver en su cañamazo imberbe e inane
el hueco hermoso del rostro bajo el maquillaje
el clavo que sostiene el cuadro del ídolo
sobre la pared es Milosz
conversándole a todas las voces de Dios
en el infierno de la noche
“un ruido de extraños pasa


sobre las flores de los estanques”