domingo, 14 de septiembre de 2014

NOSOTROS LOS MUERTOS DE HAMBRE

NOSOTROS LOS MUERTOS DE HAMBRE
“ En los países industrializados relativamente ricos, la mayor parte de la investigación, la enseñanza y las actividades en materia de nutrición se relacionan con ciertas enfermedades crónicas relacionadas con la alimentación. Estas incluyen obesidad, arteriosclerosis y enfermedad coronaria, hipertensión o presión arterial elevada (que puede llevar a un accidente cerebrovascular)...
Sorprende que en el Reino Unido entre 1942 y 1947, cuando se impuso un racionamiento muy estricto como resultado de la segunda guerra mundial, los ingleses estuvieron en esa época mejor nutridos que antes o después.”
FAO.ORG (El libro de la nutrición)

Nosotros los muertos de hambre con el estómago lleno
que apretamos el rabo  y paramos el dedo
y convocamos el vaho del vino sutil mientras charlamos
contigo embajador autoproclamado
enviado a los barriales de la civilización
del intenta otra vez, falla otra vez, falla mejor
y que nos muestras el amplio salón- preámbulo
de la sala de gobelinos difusos, adalides: -Ghandis, Teresas,
Cristos y Fürers-  a que aspiras entrar primero enseñándonos
los focos que nos enviamos unos a otros con espejitos del ego
en la oscuridad reinante que ya no es la lucecita del mechero
en el concierto de os-capa-r, Caparrós, que vivir es movimiento,
contra o con los pobres, con o sin Angelina Jolie
con o sin estadísticas de cáncer de seno y morideros de hambrientos
que no entendieron que amor es contraste de contrarios
y el resto es transacciones de pendejos
y es que, creenos, ya ni siquiera es la llenura de carteras
es que la lucha feral de la clase del perro pitbull
que aún caído en desgracia no acepta tratos familiares con gozques
pero sabe atraer a los sin-fronteras-médicos, define:
acaso no es mejor la ira-de-la mente, mentira?
que la vio-l-a-nsia de las manos que cuando no matan comparten
 y entonces son besos
verdaderos que no saben a dónde van, como tú, y Monsanto y nosotros
que sí sabemos
que tu le haces el amor a la realidad y la novelas
-si dijéramos que te la fornicas faltaríamos al buen gusto-
por contra de veces y voces que intentan hacer realidad con el ideal
-muy a pesar que pichan- decínos:
¿Qué hacemos con ese cucarrón mierdero que trajiste
detrás de tus pedos en tono de panfleto?