martes, 4 de septiembre de 2018

FIESTA GUERRERA



En la profunda puerta de los sueños

se reúnen tus capitanes

a beberse el vino de tus enemigos,

su sangre

fermentada en éxtasis y delirio

mientras, los generales

en lo alto de la universal colina

de la nada donde el todo se juega

a la forma y la marea del sístole y el diástole

te enseñan las trincheras y encrucijadas

donde sólo hay estiércol para embarrarte

entonces tus capitanes bailan

y exhortan a sus bravos peones

soldados de la sonrisa y el donaire

que abrazan a sus doncellas Bondad y Astucia

y las ponen a acariciarse

pues, dicen, dejemos que se haga sola la batalla

los yonquis, los blasfemos y los idólatras

no sueñan, se enredan en su maraña de delirios

convocan a sus fuerzas casuales e impensables

igual que una partícula de historia coherente

cambia el spin de un esclavo electrón

que se torna, de pronto, felón, mercenario

de una causa ineluctable

a la que antes llamaban gracia y providencia

y ahora sólo testosterona robada

de pobres huevos conceptuales.

Así que, por ahora, bailad destellos de luces

de los velos de las musas, espejos frágiles,

podemos ir quemando las naves,

mañana será otro día y otro el fragor

¡¿leíste bien, o mal las páginas vesperales?!

MUCHACHA GOLONDRINA


Ay,

pequeña, revoloteando

como una golondrina de verano

sobre abismos metafísicos;

ay,

pero la golondrina conoce el risco

y sabe dónde está el nido

Y ella

tiene miedo de conocer las simas

y sin embargo gusta de ciertas marismas

ciertos vahos, cierto paraje

donde se confunden manos y matas

cañamos e hilos

tejiendo un mismo tema

con dibujos distintos

y la golondrina está feliz

y ella, ella...

Ella acaso esté intentando

darle nombre

al ciego que la guía

por un cierto paraje del sueño.