domingo, 22 de abril de 2018

CIENCIAS INCIERTAS






Quién pudiera decir a ciencia cierta

que esa grasa que llaman acné

no es otra vuelta de las plegarias

adolescentes consumiéndose en otra vela

cuando ya viejas y olvidadas del valor

las mentes y las caras, las almas reflejas

de pronto, en un rostro,

veinte o cincuenta años después de muertas

las Janis Joplin, los James Joyce,

con un hijo, montando en bicicleta

como si purgaran, con otra vuelta del game over.


Quién, que tenga alguna locura pequeña

enredada en los bolsillos no dice

que esas grosuras groseras

no las recibieron con agrado los dioses

tontos de otra época -no como estos de ahora-

convencidos de alguna peseta

firmada sin intención en un bigote

y que pudiera ser Pessoa en algún heterónimo

que le tomó por las solapas

y le dijo: sos digno...de este poeta.

SENSACIONES MASCULINAS Y FEMENINAS




Es muy sudada la saudade

hermana lejana de la morriña

y siempre tan masculina,

pues, si mujerona, sería melancolía

o nostalgia, ese vaho adormilado

perezoso y zurumbático que no se digna,

digamos ante la zorra plácida

-aunque no esté en la guarida-,

pues pierde lo que ante la niña:

el resorte que se hace gatillo de la bala

que aunque se encasquille

tiene siempre enfrente el blanco:

la obra de caridad

que nunca es una conquista.


II

Mientras tanto,

en la cola de mis misterios y afanes se lían

los no me jodas, no preguntes, melancolía

que cuáles cuadros, que qué películas

recortadas y sin sentido, nostalgia

o neuralgia del cono de luz oscura

mi coño no responde a tus gentilezas, disculpa

yo tampoco entiendo esa mierda

de cuando hacen sus fiestas las semillas

y no hay tierra ni agua ni tiempo favorable

y entonces, tu coges a tus zorras tristezas

y las cobijas en tus tierras

hasta que nos comemos a carantoñas

como morcillas, pero un día

un rayo injusto quiere partir mi árbol;

no has visitado una floresta

pero algún tío tuyo vino sin mostrar la tarjeta

hastío

y no tengo que servirle, a menos

que me vaya con gastos pagos hasta tus tonterías

que reciben a los escogidos visitantes

con cálidos ramilletes de balbuceos para derretir nodrizas

tu mamá está ocupada horneando una porcelana fina.



MÚSICA Y POESÍA




Cuando hay profundidad de ritmo mezclada con melodía

es la música buscando la cara de la poesía

El corazón, ese pobre espejo

tallado por cuatro buriles al tiempo

no sabe cómo entregar lo suyo a cada artista

pues si el aire le sopla que un bello espíritu ronda

cuando va a saludarlo se topa una piedra muda

de modo que tiene que tomarle el pulso

como a un enfermo

saber donde vive su dolencia y tejerle el remedio

entonces las brujas letras vienen en zapatos musicales finos

-los locos y las piedras con la simpatía hacen buenas migas-;

¡ay!, pero que nadie vaya a pedirles declaraciones

para la prensa rosa de la razón

pues sus cópulas en la cama de los sueños

nada deben a la moral

y en caso de que algo tuviesen que decir

sólo saldrían fotografías del desconcierto:

el teléfono de la aurícula lamiéndole el culo

al vientre del aire y cosas así

para decir que no es capaz de conectar

lo que dice la mierda con respecto al lejano seno

que le dio de mamar y en la luz lo entregó al viento.

II

Entonces la imagen, esa sirvienta facilísima, viene

a alargar tus orgasmos pero a agostar tu tierra fertilísima

te monta en la carretera a la que puedes echarle otra moneda

para que bugss-bunny gane o la pantera pueda reírse de sí misma

Los hijos que tienes con ella son nobles

no te denuncian a las comisarías de familia,

antes bien, te ayudan a andar con tacones lejanos


por la estepa de la medianía.


viernes, 20 de abril de 2018

CULTURA MUNDIAL




La “nostalgia de una cultura mundial”

ahora hecha plena dicha

como un asqueroso sol sobre las cabezas

el E-mail, el verso en electrónicas cosquillas

el vaso plástico del niño pegando la oreja

al hilo del misterio con insulsa música

los jirones del jadeo de una tela nueva

recién rota ¡política!

En su cacareo correcto y, ¡como siempre!

Sus hueros huevos estrellados en cacerolas jóvenes

con estudiadas síncopas;

Orfeo resucita en una esquina

donde la policía no permitió que Caronte muestre

con su desdentada risa

a dónde van todos los ídolos

y su Eurídice suspirando miasmas de colores,

vendidas a la próxima raya de polvo que les diga

que el tonto reino del sueño no está cerca?

Cultura mundial: The times, Pravda, Le fígaro, El país

pregonando que ya es posible limpiarse el trasero

a distancia, con mando, en tabletas

ya puede engarzarce el anzuelo de sangre para el beso

Cultura mundial”, los poetas, allá ellos

si no quieren cobrar por verlos desde las mismas estrellas

dando sus recitales en calzoncillos,

con la elegancia en modo locura apoderándose de su mano diestra

Cultura mundial” la carne atestada de poesía de tres pesos

mendigando en puertas oficiales, como siempre

con la dignidad que dan los amigos;

el milagro, cultura mundial de seres con cara de plástico

descifrando el lenguaje humano;

cultura mundial, los nuevos gitanos

máquinas navegantes en la sangre

para corregir las taras de antiguos deslaves de la moral

esa impostora que hizo de la sal su parapeto

si allí y aquí no, venga, majestad, yo se lo meto

con pruebas de que la libertad se pinta con oleos monstruosos

que las altamira de la basura valen más que su billete.

Cultura mundial”, los destrozos de rebeldes fetos

operados al tanteo de espejo con novedosas varas

que tampoco creen ya en faraones ni en circunspectos

magos que auscultan el miedo de Mesmer

pero meten en horma lo n-orma-l de agarrar las nalgas

cuando los leguleyos hacen guiños a sus espejismos

si tu lengua me esposa, me libera mi cuchillo.

Cultura mundial, lo puto si quita lo proscripto.

ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DE UN GENIO





Amanezco,

parando la oreja encuentro una dirección

un lienzo deletéreo insertado en el silencio

del tiempo como muecas del eco

en la pantalla interior de un murciélago,

o de un loco

ciento sesenta y cinco; y siento

extiendo los brazos del corazón

los años, abrazando un paraninfo

la avenida y la calle: 65; uno siente

esa fuente junto a la que se sentaron contigo

tantas cópulas de café instantáneo

en venganza porque no se aprendían, todavía

los silogismos y el natural delirio permanente

viendo boquear con nuestras tristezas a los peces,

pescando uno con la astucia del cuenco de la mano

-aterrizar del suelo del agua en el cielo-

para tu hijo

qué iba a entender de bailarinas del conocimiento, él

que se extrañaba de que empezaras a ver nítido

las sombras de los fantasmas de antiguos teólogos

que purgaban sus pecados reales en las ilusiones especulares

de los triviums y cuatriviums....

y sus preguntas, como orejas pegándose a la actualidad

de los edificios donde muchachas díscolas

que escalados los lomos del espectro técnico

esconden en sus apartamentos con la sombra de sus voces

la mentira y el jadeo que viajan hasta hacerse gasas

sólo reproducidas por el latir de los perros

pero que se van a dormir y pagan hospedaje

a los cedazos que recogen el oro en cintas de magneto

Las palmas seguramente recogen tu grito, ahora

que la sintonía afina la lente en semejante nebulosa

'Rodin no usa el color, por tanto no es él;

tampoco Monet es el que descubre la magia,

soy yo, el colorista que ha de abrir el ojo de la adoración,

el pintor del futuro'

entonces, se van a ese parque, las voces de los heresiarcas

-“quizás por sentirse incomprendido”-

y descargan tu temblor como un lugar común,

donde se mean y escupen todos los intelectos cuando ya no hay donde:

Es-pe-culación, con la que deslumbran a la mezquindad, esa piquiña

que no te obliga a rascarte la humilde admiración:

«sólo después de la muerte se reconocen los genios»

mientras, desde allá, desde ese sésamo de interesantes bandidos

de excelentes fijadores del miedo escénico,

se echan a fundir en el crisol toneladas y toneladas de materia prima,

papel moneda de las efigies de la sobremesa o de la cena

pero se olvidan de espumar -al menos con un título- la escoria

que curiosamente venció a Lot y a su mujer, esa bandida

y se olvidó que yo, desde el principio de los principios ya tenía

la cámara transmitiendo, en vivo y en directo,

sin apuntador y sin ingeniero porque, contigo,

le echó una pizca de tu oreja al huevo

que eclosionaría en polilla de todos aquellos

sin el dolor de parto del metro y el boceto

sin la logística del reparto, sin el vaho del vino coctelero

sin el diván de Freud y, sobre todo

con la bendita gana de babearte, hasta el desayuno

en mi blanquear los ojos.












miércoles, 18 de abril de 2018

LINDEROS DE LINDURAS


Tan lindo que era

a-mar-se con alguien;

participar de ese oleaje

que significa ir y volver

del estremecimiento

al descanso

con ese grano de arena

en las manos de nada

pero tan lleno

de todo lo que sabe

y de lo que es ignorante

pero sabe más

pues trae de otros

lo que cada uno guarda

en el cieno

y no se delata a sí mismo

sólo a la sal

que está presa y liberándose

pero cuando lo hace ya es tarde,

es piedra

para cubrir cierto cadáver;

lo que fue

y lo que ahora es

manejado por los hilos de la marea

hasta que una morena, monstruosa

la hace idea...

y ciencia.

II

Pero el a-mar es peligroso

trae corrientes abisales,

ah, todos aquellos

que quisieran ser surfistas

de tales corrientes

puesto que después

de arrancar las marquillas,

corrientes infernales,

se abre todo un tsunami,

las aguas furiosas

de los vacacionantes en las playas

de la política, de la moral, de las minucias:

tengo un temblor,

por consiguiente abro un hueco;

en cambio, los rescoldos, dicen:

Vengo de ver

y hacer es el efecto

entonces pone las primeras piedras

de semejantes ciudadelas

y las semillas las esparce

deshaciendo los escombros 

de semejante arreo,

esos latigazos del miedo;

deja que los rascacielos tengan

sus dolores de parto de los rascacielos

y deja que los pararrayos entierren

a sus propios muertos;

el toro del roto sabe

a quien y cuando embestir

es que encontró, de nuevo,

en el a-mar

el hilo del vértigo.

III

Era cierto,

el vértigo sólo podía llevarte

a la embriaguez del principio,

esa lucha 

pero era cierto, también,

que te sacaba fuera,

el tornillo,

te llevaba hasta la ilusión del espejo

donde habías puesto toda la fuerza

imaginando, donde no había camino

y era tu culpa

si ponías cruz en su cabeza

o ponías martillo,

o alas;

o también podías poner espías

de ¿a dónde van las migajas del corcho?

si ya fueron heroínas 

en hacer piedra de la espuma

y en dejar que el aire se hiciera

un vestido de la escoria de cada uno.

WHATSAPP



Oiga, muchacha,

tiene usted whatsapp?

es para que me venda veinte

o treinta, o cuarenta ¿qué más da?

de su pasar, mientras

administra su negocio del comer

y del porfiar

pesos o tristezas

o menudas monedas,

de tanta cosa que a uno se le enreda

en la válvula de endulzar instantes

y no dejar

instalar en el apartamiento a ciertos perros

bandidos

y no por quererse comer todo

lo de adentro, sino porque,

además, de uno dejarles portarse garosos

se quieren quedar,

cuando uno todo ya estaba decidido

a ser casa derruida con buena fachada

para que los fantasmas de la nostalgia

se fijen que es barato el alquiler

que pueden pernoctar,

ahí, en ese zaguán estúpido

donde uno deja los zapatos de cada día

y se deja los calzones, afuera

para que las ganas se conformen.

Posdata:

No está por demás decirle,

que si su pantalla recela de la exclusividad

el amor, la familia, los grupos

podemos cambiarnos de sim card.

lunes, 9 de abril de 2018

MIEDO




La soledad de su miedo...”
esa tautología en boca de un periodista
para otro.
Sólo en medio de la soledad
el miedo puede crecer
y sólo en el paraje de espinas erizadas
puede sentarse a cenar.
El miedo,
odia la reunión de las risas;
no puede pasar por entre las piernas
de las compañías;
otra cosa es cuando el oso sale de su bosque
para meterse en el patio a hurgar las basuras
dio-se-me, el miedo
o encontró en mi tierra cómo eyacular la semilla?
Medió.
Hay juegos de niños de miedo para grandes
llamados juegos de guerra
con balas de verdad que se pierden en la intrincada selva
de las posibilidades;
y en ella, hay tantas malezas con su flor de cada color
que no hay forma de discernir que luz atraviesa el prisma
y si caen las gotas de lluvia desde nubes sembradas
o son agujas del costurero de la Historia haciendo su rima

¡Ay, miedo!
Que mi pecho te encuentre cuando ya estás encima,
en el preciso instante en que le muestres al vértice
de mis piernas
que hay camino para escalar la cima
que no ha de tener lugar
ya en tu cabeza o en la mía, da igual el instante
y el punto exacto al que no apuntas,
sólo apuestas, por si acaso...

Invisible sentado sobre las piedras transeúntes
de la urbe se toma fotos con las chispas del magnesio
de las miradas en su encuentro
y cuando no se velan en su corrimiento
aparecen fachadas de almas que espían por las rendijas
dónde el miedo abre sus servicios de cafetería.

II

Ah, pero a los solitarios graduados en administrar el hambre
de echar-del-lar de vez en cuando, charlando
se les tiende a los pies como un perro flaco
y entonces lo alimentan con sobras de tristezas y buenos huesos
de añoranza también les dan babas de los éxtasis de los traicioneros
que después van cagar mierda mal digerida de disculpas
en jardines bien cultivados de amapola
que luego serán el auténtico opio de los pueblos:
Decencia, sacrificio, confort de gran superficie
siempre en la antesala de sus mentes bien adiestradas
como manager, el miedo; su gran cuadro
pintado por todos los Picasso y los Rodin o los Renoir
que denostaron que los Van Gogh naciesen en todo lugar
y en todo tiempo...

Pero también, cuando el flaco perro se duerme, recogen
las cosechas que da el árbol del cosmos y sus silencios
que traen secretos narrados de oído a oído
cuando las letras han enamorado a los arpegios.

El miedo,
envía cartas secretas a los atrevidos y a los que tienen deudas
que la estafeta almohada entrega cuando todos los cerrojos están firmes,
cuando muestran las caras de muchacha inalcanzable a los fantasmas
las puertas
abren sus sobres de sábanas que se revuelcan
tratando de retomar las cuentas perdidas de las ovejas mansas
y pese a que pueden colegir de tanta cháchara
que la escribieron malos novelistas
se estremecen con la posdata:
¿Con qué cara se me mostrará aquel monstruo ineluctable
que con su temblor atravesará todas las barricadas?





viernes, 6 de abril de 2018

EVOLUCIÓN DE LA PALABRA



Llegó una época en que las comunicaciones estaban tan avanzadas
que era común ver el cuadro de las grandes ciudades:
sin el smog de la locura plástica, los perros posaban
junto a las cabinas telefónicas -esos monumentos- con la pata alzada
-al modo de los amaestrados antiguos y modernos-
y una oreja parada ofreciendo auriculares servicios con todos los infiernos
los perros estaban convencidos
de que los hombres habían llegado a tal grado de conciencia
que podían entenderlos
ellos, que saben lo que es el silencio desde tiempos inmemoriales...
(cabe anotar que ésta es apenas una previsión de un médium
que habla de una época próxima
en que los perros se han hecho con el monopolio de la palabra)


PLEGARIA PARA LA RESURRECCION DE LA TRAGEDIA




Muerto Dios, los científicos hacen la piedra
los ingenieros leen el mapa de dónde hay que ponerla
los “rusos” se encargan de traerla y llevarla
y acomodarla y hacerla quedarse quieta
los poetas la pulen, la educan, la llevan a conocer existencia
y las gentes comunes se trabajan y se esclavizan para irse
claro, los poetas también la habitan, la piedra[a vivir en ella
más se construyen bellos palacios de sueños con ventanas al misterio
que los pintores imitan pero les salen más veladas que las fotos del loco
poniendo sobre toda la luz el rollo y el foco;
los científicos se adueñan de la piedra
pero la verdadera tierra la esconden bajo sus alas inmensas los poetas
de viento, de sal, y de gestas increíbles del sufrimiento
donde es la música la que traduce a la dama, a la reina
a la anfitriona del idioma perdido llamado tragedia

SODOMÍA DEL ASUNTO






¿Que qué es el asunto?
Así-unto, yo, sobre el pan mi mantequilla,
el batido de la vida sobre el todo de cada día;
tú, usas pala de abrir ostras y hurgar langostas
yo uso los dedos de señalar cada cosa
por su sitio y por su seña
o ¿es que acaso es otra cosa
lo que usas para abrir la concha de la paz de cada ocaso?
Tú, untas las relamidas formas sobre la piedra
que ya lamió la babosa
y pretendes que tu dedo puede tapar el arco iris
de las mil esposas con que ato a las verjas
tus mil evasivas, tu malicia, tus astucias.
Yo unto de desdén mi camino
tu me llamas a decir que ese no es el punto,
entonces te abro el foco que parece estar comprando
fórmulas para los ataques de amibas
yo te digo que también tengo un punto
donde no quieres ni osas posar la avispa.