jueves, 23 de abril de 2015

OPINADORES POR ENCARGO

OPINADORES POR ENCARGO
PABLO CASACUBERTA: Nunca pude concebir claramente el efecto vque se debe transmitir al taco para lograr la carambola a tres bandas; entonces puedo pensar, más fácil, sin ser tampoco un maestro, en el mate pastor.
Una personalidad que te hace sentir, mientras corre el rollo proyectado en el telón de la mente, que asistes al espectáculo de la fachada de unja casa  que representa u8n pueblo y que, contrariamente al apelativo (Casacuberta) no tiene techo y las ventanas están abiertas aunque la puerta ostente un aldabón magnifico (casa respetable). Uno siente que podría encaramarse en la escalera de su inteligencia –que no de su ilustración incompleta- y colarse por una de las ventanas y esperar tener la fortuna de ser invitado a matear. Pero entonces vuelve la imagen de que adentro, como un hormiguero pequeño, bien organizado,, que no llega a ser la mitad del hormiguero caótico que es la ciudad dew Bogotá, vive un pueblo; un pueblo que no sabe de las angustias por tener éxito, que no sabe de losm intríngulis faranduleros, que no sabe de las atenciones rituales del socializar y alivia las tensiones con una culta indiferencia, pero sabe del peso de las dictaduras, sabe de educación bien orquestada por el Estado (al menos en los pocos que se toman en serio la indiferencia de vivir en un mundo rico de cosas aburridas por complejas y poco comunes pero interesantes), sabe de ponerse en escena sin esperar el aplauso o temer el apabullamiento, entonces te das cuenta que las distancias formales, las distancias de clase, de la influencia, te van a recordar que la sensación que gravita en tal contexto (pueblo uruguayo influido por el argentino en contraste con el pueblo colombiano sui generis) es la de que perteneces a una extraña aldea de aborígenes que apenas aprenden a poner techo a la choza con hojas de palmas y lianas que hilan y articulan una gutural y oscura forma de comunicación en la que la violencia simbólica es casi tan onerosa como la física y proyecta mentes simiescas. Epifanía del ego armado de la capacidad de hacerse oír sin despertar reluctancias.
Pero entonces viene el verdadero telón de fondo de la cultura audiovisual con un producto tan desconcertante como argentino: El hombre de al lado. Un matón que armado con el ropaje de las formas corteses inocula la actitud del superhombre que ha sido capaz de salir indemne de todas las formas de romper las reglas morales y, peor aún, las legales. Al establecer una querella con su vecino, un arquitecto prestigioso y educado que orgulloso de ser el usuario de la única casa que Le Corbusier construyó en América, le reclama por abrir un ventanuco que viola la intimidad protegida por la ley, se ve intimidado y caricaturizado de sus modales burgueses, al punto que casi se convierte en un íntimo por cuenta de las relaciones sociales en las que ya se ha logrado camuflar lo deleznable, decadente y criminal entre lo exclusivo pero que por una jugada maestra de justicia poética, cae como un vil depredador depredado, víctima de un último impulso del instinto gregario. Este hombre de al lado debe haber sido algún traqueto colombiano. Un botón basta de muestra a los demás, a la camisa.

WILLIAM OSPINA: Que un desmenuzador de generalidades que habla de generales y bandidos, de aristocracias y última casta, de Cromwell y Uribe que ha tenido que batallar por más de cuarenta años con miríadas de palabras entreveradas en la historia de la injusticia, la pobreza, el abandono, el sojuzgamiento de las masas, se haga con la admiración de públicos ávidos de fluidos claros en el discurso, en las pláticas, en los foros, y cuya avidez está alimentada por la propia incapacidad de articular posiciones sensatas y nítidas que al tiempo sean razonables y sinceras, no significa que realmente esté mostrando la realidad de un pueblo en sus posibilidades y anhelos viables de cambiar un poco las cosas para que sigan igual, pero tampoco de mostrar formas revolucionarias que sin traumatismos den un vuelco al estado de cosas. Este es, más bien, un ejemplo de los intelectuales que se meten de soslayo a políticos y que finalmente se convierten en encantadores de serpientes adoptando el rol de “utileros”  de escena de telenovela que saben que el gran edificio de la sociedad democrática tiene su primer piso como inmenso hangar de performance y que, cada noche, cuando todas las ambiciones e intereses se van a dormir, queda un inmenso vacío listo para ser arrendado al director del día siguiente. Lo simpático es que estos intelectuales, cuando tienen que tomar el as-censor que los lleva a los pisos superiores para reclamar sus emolumentos –no parece apropiado llamarlos honorarios y regalías ya parece demasiado ofensivo-, no se encuentran con oficinas que digan: Departamento de Justicia o de contabilidad, o Departamento para la equidad, sino que se encuentran con un inmenso aviso que reza: STABLISHMENT, ante el cual no es difícil imaginar que sienten un ligero escozor recorriéndoles la espina. Quizás sea mejor cuando a ese edificio se pretende entrar con ajadas credenciales de ARTISTA.

MARCEL VENTURA: Podría suceder lo que a alguno, cuando se acuesta con el nombre y no con la persona. Luego del encanto instintivo uno siente una repulsión de la que quiere deshacerse inmediatamente. Entonces llega alguien que sí se ha acostado con la persona y te pega un bofetón para defenderle su dignidad. ¿Un bribón que enmascarado de charlatán ha encontrado la fórmula perfecta para un negocio misterioso que se deja seducir fácilmente por los espejismos? ¿Un charlatán rematado con excelentes relaciones públicas? La anécdota de las dos semanas encerrado con Xavi es irrelevante puesto que el producto a diseñar era una construcción formal, un libro genial no es una construcción formal, es una subjetividad formalizada. ¿Acaso el amigo que todo escritor con talento y sin suerte necesita para convertirse en su editor a manera de padre alcahueta? O simplemente el típico ejemplo de la actualidad social en la que corren tiempos de literatura gourmet que sabe cocinar bien el feroz cazón en medio de la humanidad que busca desesperadamente olvidarse de que la cultura de los tiempos contemporáneos es una máquina feroz y robotizada con cara humana digitalizada.     


ENÉSIMA CONTRA GNÓSTICOS

ENÉSIMA CONTRA GNÓSTICOS
Estaban jodidos
Los brujos baratos
Y hacían lobby con sonrisa forzada
En la antesala del acaso
Se basaban en las pobres doctrinas
De la imposibilidad del conocimiento
Y el mal no culpable
Sin conversar con la ética
Y extrañaban la fuerza de Ulises
Que a ellos no les alcanzó
Para retornar a su Ítaca
La gnosis miedosa
Que un día estableció
Régimen a la ignorancia
Ahora que los bueno
de ellos nos reímos
ellos siguen haciendo cábalas
y se copian de los libros científicos
acerca de la filosofía de la mente
pero se quedan en el pobre umbral
de ostensiones sin piso

y sin resultados.