CUANDO HABLO DE OLER
Quién
podría entender que cuando hablo de oler
Hablo
del diablo de las cosas;
Cuando
hablo de oler, hablo de que leo-en-r,
igual que en er
Lo
que implica que cuando hablo de oler
Hablo
de afincarse
Y
cuando hablo de afincarse
Hablo
de un fuego que denota su lar
Por
medio de los aromas
Y
cuando hablo de aromas hablo de costumbres
A-mor, vamos,
aromas
Principio
de r
Mor, finca,
Donde
te de-moras
En
consecuencia
Cuando
hablo de leer
Hablo
de que Él-re,
Se
repite
En
cada hebra
De
sensación
Que
trae una letra
Cuando
hablo de oler
Hablo
del diablo
Que
trae atadas a sus tobillos
Muchas
memorias
Y
que, en negro, ilumina
Lo
que no han podido todas las historias.
Por
eso el diablo del vino
Es
el diablo que afincó en el alma
De
todos los poetas
Su
le-er en los tiempos del habla
De
las memorias
Trastornadas
por su vértigo