lunes, 14 de noviembre de 2011

OLEAJE DE VINO


Me bebo las cortinas que pones en mi vino
Mientras, dibujo el color con me embriagas
vadeando las olas de mi vaso
con los remos de las rendijas donde espías
lo que mis ojos no imaginan de tus entresijos
el viento es el que dice la verdad:
mientras la transparencia del alcohol
retrata mis arterias
tu artera trampa de color vinotinto
se agita entre mis venas
y el único damnificado aquí
se extingue y resucita
como el titilar de un astro perdido
¡levanta la fe alada
que se debate bajo mi falda!
dice la cortina
y olvida el sentido del pulso
entre extinción y resurrección
dice la luz de un verbo
de color moral.

TICKET DE CAFETERÍA

¿Qué mano es esa; qué fuerza?
que oprime el pecho y roba el aire
con un par de miradas
que se espían furtivas como correlato
cuando al fin, el anuncio:
Ella sensual, esquiva
de cabello un par de antenitas
mariposeando entre la coquetería
[y el garbo
un rollo nuevo para facturar historias
[de cafetería
a control remoto –gajes de tecnología-
pregunta si el charco del iris
y el pedido que llega –con su papel debido-
tiene algún envío.
pero sólo es la coincidencia
de dos haces de luz difusa:
el número de la nostalgia
-cuando se era corriente para amar y ser amado-
y de la caja registradora la cifra.

II
Ay, que te paras de pronto
y se te marca ese surco,
tanto de la tierra del alma,
como del surtidor de polvo y noticias
del centro del mundo.
Ay, que germina en esos ojos
la semilla de luz oscura
que quiere o no quiere hijos
y la seña del ceño que no renuncia
a ser fulcro
por más que la instigación de la calma
le intime su uso.
Ay que te esfumas en las rayas de lluvia
que en el día siguiente visita
su recuerdo difuso.
VENDIMIA DEL SÍMBOLO


¿Por qué decir la muerte cuando guapea la vida
cuando salta matones y faltonea a la ignorancia
que hace estragos en su estado de prepotencia?
si a lo que sabe la lengua del bien
no es a número ni a cifra
ganada a la ruleta
sino a óxido de tiempo
ennoblecido en el misterio de las uvas;
que no me digan del frío del whisky
ni del refinamiento del tequila
díganme de la astucia de la perca
que aprendió de los viajes de la trucha
[adaptación
no me hablen de la historia de la técnica
nacida de alcahueta rucia
esnifas híbrido de anestesia y alopatía
y tienes fórmula de eslabón perdido
en la cadena de las lógicas escindidas
más aún, si ya has sacrificado varios cristos
no me digan de las teorías serenas
cuando sé de fogatas esquivas,
cuando he visto en las ascuas secretos
que no anotaron bitácoras pontíficas
ni rancios resabios que aguantaron la peste
de mil pequeños bichos
tocando a las puertas de las ternuras
por eso fue la fiebre
lucha entre calor y frío
disputas entre el punto y la coma
ante el apremio del punto aparte
pedido por la angustia.