miércoles, 21 de mayo de 2014

ASÍ SE VA EL DÍA...

PRAGMÁTICA DEL OCHO
Han visto ustedes a una mujer haciendo el ocho con la boca?
pues, ¡créanlo! Es un bicho atávico
que bien adentro del chocho a la puerta toca.
Mas, si acaso hubiera en el vecindario sonrisas gazmoñas
que se enteren de que un  chocho es una semilla
-azabache le llaman otras bocas y mentes locas-
que cuelga con el calor en la rama
es de dura corteza roja
pero adentro de la ciencia di-cotiledónea también hace
su ocho ¿para estrangularse?
¿para multiplicarse?
¿para enterrarse?
¿para recordarnos el momento del mentón dividido
antes de ser redondeado y echado de menos?
¡vaya usted a saber! Pero es seguro
que la ociosa creatividad humana
hace con ellos chinas pelotas que vuelan pero no rebotan
hace amuletos que ensartan con ombligo de mico
para ligar niños contra el mal de ojo y amores infaustos
collares para colgarse en las fiestas que hace el diablo
cuando la palabra está ebria...
en fin, cuando una mujer hace el ocho con la boca
debería a usted recordarle a su mamá
como a mi me la recuerda para decir
no puedo casarme con mi madre
aunque podría acostarme con ella ahora que está muerta
mi gana vehemente de hacerla mi sujeta.
* * *
CASA TRANQUILA
“La casa entonces era muy tranquila”
Jorge Guillén
Acaso ella quería ser ese lector
“tan inclinado como el estudioso
que encuentra al fin su libro verdadero”
pero la noche que se nos inclinaba
en plenas once del día como la pereza a ella
a mi como el desasosiego
haciéndonos su venía traicionera
sirviente que ni siquiera espera
la felicidad del salario de la quincena;
 se hubiera podido amistar con la madera de la mesa
en vez de agobiarla con el peso de la cruz de sus brazos
y su cabeza con corte de muchacho, pero quizás su papá
le revoloteaba en torno como un cuervo ominoso.
Yo, que no tenía bajel ligero
donde embarcar mis “hombres dichosos”
que sí Robert Louis Stevenson
me decidí a ir hasta allí, a decirle:
Vengo a devolverte esta foto, hija
que me regalaste para destacar tus más feos rasgos
y vengo a exigirte que, o me matas de una vez
o me entregas de mi tus sentimientos más hermosos
te pago por ellos una declaración certificada
donde conste que te usuré mi orgullo
con contrabando abundante de padrenuestros
y qué rabié y maldije a tu madre
y te nombré la abuela, vieja bruja
por colgarme, “chorizo seco y rancio”
en el alambre silencioso de tus recuerdos;
¡eso sí!, podrás exhibir este papel para cobrarte vanidad
pero no podrás saborear la sal de las lagrimas
con que borroneé su tinta.
Yo sabía que ella también tenía
tu ponzoña de maldad impregnada
en el dedo gordo del pie del siglo.
* * *
TEORÍA
Porque soy propietario de un corazón solitario
ninguna teoría de El Capital me importa
que si vienen mil proletarias arias
para afiliarme a la solidaridad de su sindicato de mil años.
Que si de cabeza hegelianas vienen
a tocarme sinfonías de la cosa culta
yo me quedo con mi música.
Que si las musas de Platón
que si epicúreas con manto cristiano
que si hedone con cuero de caimán en el carriel
que me toquen el bongó
con la cáscara de mis huevos románticos
¡Ah! Pero si una dulce y desnuda
de sonrisa y de pies cálidos
que escalan la nitidez del no importa
paguemos a lo americano
y hagamos algo que disguste al respetable
en ese partido me embarco.