PRAGMÁTICA
DEL OCHO
Han
visto ustedes a una mujer haciendo el ocho con la boca?
pues,
¡créanlo! Es un bicho atávico
que
bien adentro del chocho a la puerta toca.
Mas,
si acaso hubiera en el vecindario sonrisas gazmoñas
que
se enteren de que un chocho es una semilla
-azabache
le llaman otras bocas y mentes locas-
que
cuelga con el calor en la rama
es
de dura corteza roja
pero
adentro de la ciencia di-cotiledónea también
hace
su
ocho ¿para estrangularse?
¿para
multiplicarse?
¿para
enterrarse?
¿para
recordarnos el momento del mentón dividido
antes
de ser redondeado y echado de menos?
¡vaya
usted a saber! Pero es seguro
que
la ociosa creatividad humana
hace
con ellos chinas pelotas que vuelan pero no rebotan
hace
amuletos que ensartan con ombligo de mico
para
ligar niños contra el mal de ojo y amores infaustos
collares
para colgarse en las fiestas que hace el diablo
cuando
la palabra está ebria...
en
fin, cuando una mujer hace el ocho con la boca
debería
a usted recordarle a su mamá
como
a mi me la recuerda para decir
no
puedo casarme con mi madre
aunque
podría acostarme con ella ahora que está muerta
mi
gana vehemente de hacerla mi sujeta.
* * *
CASA
TRANQUILA
“La casa entonces era muy
tranquila”
Jorge Guillén
Acaso
ella quería ser ese lector
“tan
inclinado como el estudioso
que
encuentra al fin su libro verdadero”
pero
la noche que se nos inclinaba
en
plenas once del día como la pereza a ella
a
mi como el desasosiego
haciéndonos
su venía traicionera
sirviente
que ni siquiera espera
la
felicidad del salario de la quincena;
se hubiera podido amistar con la madera de la
mesa
en
vez de agobiarla con el peso de la cruz de sus brazos
y
su cabeza con corte de muchacho, pero quizás su papá
le
revoloteaba en torno como un cuervo ominoso.
Yo,
que no tenía bajel ligero
donde
embarcar mis “hombres dichosos”
que
sí Robert Louis Stevenson
me
decidí a ir hasta allí, a decirle:
Vengo
a devolverte esta foto, hija
que
me regalaste para destacar tus más feos rasgos
y
vengo a exigirte que, o me matas de una vez
o
me entregas de mi tus sentimientos más hermosos
te
pago por ellos una declaración certificada
donde
conste que te usuré mi orgullo
con
contrabando abundante de padrenuestros
y
qué rabié y maldije a tu madre
y
te nombré la abuela, vieja bruja
por
colgarme, “chorizo seco y rancio”
en
el alambre silencioso de tus recuerdos;
¡eso
sí!, podrás exhibir este papel para cobrarte vanidad
pero
no podrás saborear la sal de las lagrimas
con
que borroneé su tinta.
Yo
sabía que ella también tenía
tu
ponzoña de maldad impregnada
en
el dedo gordo del pie del siglo.
* * *
TEORÍA
Porque
soy propietario de un corazón solitario
ninguna
teoría de El Capital me importa
que
si vienen mil proletarias arias
para
afiliarme a la solidaridad de su sindicato de mil años.
Que
si de cabeza hegelianas vienen
a
tocarme sinfonías de la cosa culta
yo
me quedo con mi música.
Que
si las musas de Platón
que
si epicúreas con manto cristiano
que
si hedone con cuero de caimán en el carriel
que
me toquen el bongó
con
la cáscara de mis huevos románticos
¡Ah!
Pero si una dulce y desnuda
de
sonrisa y de pies cálidos
que
escalan la nitidez del no importa
paguemos a
lo americano
y
hagamos algo que disguste al respetable
en
ese partido me embarco.