lunes, 3 de septiembre de 2018

LAMENTO POR CAMILLE CLAUDEL




¡Ay de ti!, y de él

Camille Claudel

le pusiste las puertas del infierno

a sus pies

después que a soplo de cincel

las pavesas del ascua de la piedra

dabas en remover

y pasión en el frío bloque de su corazón

dejabas todavía

en el corazón de él

arrastrándose los perros de la ira

y él, cuando las infectas mordidas

loca malvada daba a lamer a su buey

del deleite su escozor exquisito

¡no, tu abandono!, el grito

pero de par en par Fama, Lisonja, Apariencia

Gula, Lascivia, Pereza, entraron, Dinero

y treinta años se quedaron a tus expensas

y ¡ay!, pobre de él,

hoy de la beatitud del dios de las ternuras gozas

en su cielo multiplicado en mil dulces piedras

con vetas de ríos de sangre que cantan y tocan

frente a la lama muda y hueca de su tumba yerta.
  







DOS GRANDES




DOS GRANDES

Evocar esos tiempos idos

de caminos limpios, de mentes lúcidas

de aires frágiles, de ecos mudos

de presencias venerables por respetuosas

como hadas, como ángeles

hasta el viento parando

a la mano que lo empuja:

two worths and words

much, and your unvaluated muses

Wordsworth y Coleridge

y una era de cólera

hoy, haciendo bulla

profundos discursos, armoniosos ritmos

música de éxtasis, profundos estilos

hundiéndose en la herida única

ay, y hoy, esa cera plástica

de abejas bandidas

sobre el trono de la poesía

el genio, ese pobre ridículo

¡dinero! el gran padrino.