“El sentimiento más bajo
que conozco es la aversión por los oprimidos, como si hubiese que justificar su
sojuzgamiento a partir de sus atributos. De este sentimiento no están libres
algunos filósofos muy nobles y justos”
Elías Canetti
FUERZAS EN CONTRASTE
Mientras encopetadas
muestras de las fuerzas se pavonean
En la jungla gris donde
los frutos del árbol del dinero abundan
ni maduran ni se pudren en
las arcas [pero no en el suelo
verde oliva catalogado
pulcramente como variados especímenes
en mala réplica de la
Suiza deliciosa y fríohaciente,
de cronometrías exactas y rancias
aristocracias crujientes,
la de las gélidas finanzas
de las más razonables y
civilizadas bestias
y elocuentes,
una criatura indígena
agoniza en la otra orilla
del río indiferente
los brazos de su madre se
debaten, inertes
en los ojos que sólo de
tristeza y angustia le dan su leche…
pavoneándose también, pasa
un poeta,
y piensa, si un cascote de
níquel le extendería una receta médica
“Eah, disculpen
ustedes,
Alférez, sargento,
coronela, teniente:
Tómense una foto
junto a éste marco
Espléndidamente
patético de pretéritas épocas
Luciendo sus
flamantes cuernos como cetros
¡sentimientos!
Para el álbum de
momentos memorables
Embistiendo la
fortuna,
En que se refleja el
aura de la muerte
Acariciándoles las
gordas egolatrías
Mientras se disuelve
tras su tinta de calamar
De la seguridad y el
orden…”
“Amable ciudadano,
Agradecemos enormemente
su gran ojo avizor
Y su balancín
virtuoso de la suerte
Más, acaso, es que no
se entera su sabio mirar
Del nuevo orden -el
de siempre-,
Que en la lucha por
la vida no hay almas
Ni hay sus-tratos, de
lo que se sostiene;
Por la cloaca de la
existencia sólo sale lo que puede
Y se refleja -si
quiere- en los kepis o en el pis,
En las vidrieras, o
en los plásticos hilos
-de su voluntad
depende-
Que tejen sedales
para pescar la calma
Y los besos y los
resuellos y las decisiones firmes;
Así que, piérdase,
antes de que tema usted
Comparecer ante
nuestros jueces”.
Ps.: Esta postal vale sólo
como re-presentación enviada desde el éter eterno a la superficie del plasma de
lo existente aparente, como estímulo de sensibilidades rebeldes y reluctancias
al uso. El nudo del llamado mundo ya se ha deshecho, ahora lo llaman quásar o
hueco negro.