martes, 8 de septiembre de 2015

TRES POEMAS DEL 4 DE SEPTIEMBRE


REPARTO
Intentando desparramar a manos llenas
Este pago de moneda dura de risas burlonas
Mi yunta de penas va
Arando el duro asfalto
La mano a-moral
Las reparte como semillas
A la volanda a despecho del corazón
¡ese insensible tunante!
A sabiendas de que cuando el agua de la destrucción
Riegue su surco insomne
Florecerá una nueva versión del monstruoso olvido

* * *
GRATITUD
Le agradecíamos
Cada vez que nos abochornaba
No porque nos diese una lección
Sino porque, por un momento,
nos daba pie en el fango
y de los pelos pero sonrientes
nos hacía quedarnos en nuestro sitio
con un vaso de whisky
en las rocas de las manos.
SEXO DE ÁNGELES
si la costra del moco de un llanto se hace notar
tiene que ser que tiene coño el espíritu
-¿igual que un orgasmo en un vientre?-
Se encuentran y copulan las ansias
Bien y mal
Aorta y femoral
Aurícula y ventrículo
En la punta de la naríz
Por cama y disfrutan
De pender en el borde
del abismo
hasta que se afianza
la fe
me mojo pero no me hundo
me caigo pero no me estrello
¡tiene que tener un coño el espíritu!
Dejad en paz el sexo de los ángeles
A ellos les pertenece el antro exclusivo
Enigma y veneración
Aparece Francisco
“Tranquilizaos
También abortan las plumas
Insolubles líos”
                                     Septiembre 4 de 2015 (Un día antes de que fuera cambiada la página web de un concurso en la que la propuesta del poeta todavía aparecía como propuesta en  concurso. Al siguiente día la vergüenza del anuncio del ganador, cambiada también del cronograma inicial, aparecía bajo el rubor de error pag not found) y seguimos esperando desengaños.







POÉTICAS ECONÓMICAS



POÉTICAS ECONÓMICAS

Fue un dilema desde el mismo momento en que pensamos en el título –¿debía ser más bien, poéticas de la economía?- pero como el asunto era de noticias, entonces ese era el título, pero podría ser ambiguo, o podría ser falsario.
Desde que la verdad se devaluó, por sencilla -¿cuánto ha de eso?, espinoso asunto, pues bien podría ser que desde el mismo momento en que se concretó el negocio entre Eva y la serpiente, la verdad pudo empezar a ser otra cosa, pero también puede ser que, por el asunto mitológico, la verdad simplemente fue un simple disfraz hecho con palabras-, los hombres viven una guerra -o un juego, en este mundo bandido nada es verdad y nada es mentira, todo depende del cristal con que se mira- ardua. Es así como, a estas alturas de  la sofisticación y el refinamiento, la economía, más, infinitamente más que la filosofía y la literatura y la poesía, dice más de la realidad. Un botón para la muestra de la extravagante camisa:
El azúcar hoy es un producto nocivo para la salud, al igual que la dulzura; sin embargo es un producto que en el proceso industrial tiene una incidencia grandísima en el movimiento del capital. En las oscilaciones impredecibles del mercado se ha bajado, en el país, a precios que han puesto a los grandes comerciantes a debatir con el gobierno las políticas de tratamiento de los precios, Ha bajado –el gobierno- el arancel de 119 a 70 ¿por ciento, puntos -el asunto es tan enredado para el neófito que bien podría, según la conveniencia, como con la serpiente, en un instante no de porcentaje sino de puntos y como los puntos son tan indefinidos…-? Los grandes comerciantes –los ingenios- han puesto el grito en el cielo y los periodistas –calientes, por lo de Macluhan, no por lo de las cucas y panderos- han llamado al ministro de hacienda para, con preguntas inteligentes propias de los que pudieron pasar la barrera de la Comunicación Social, solicitarle explique los pros y los contras de tales medidas. El ministro, tan refinado como el azúcar, y la panela, y los confites, y los chocolates, pero igual de dañino para el sano desarrollo de la diabetes, la hipertensión y los procesos cancerígenos, demuestra con un pase de manos igual al de los puntos y los porcentajes que demuestra que el pueblo es un gran consumidor de aturdidores como el azúcar, responde que todo depende de las políticas que deben adoptar los que saben de economía: ‘Hubo una escasez de arroz, se sembró arroz y ha rebajado; hubo una escasez de papa, se sembró papa y ha rebajado’; como si las semillas se sembraran anoche y por la mañana diesen cosecha y no los acaparadores lo guardaran y los políticos empezaran a hacer cábalas y a negociar el hambre del pueblo. Entonces nos acordamos –los Adanes que medio sonámbulos de la noche en que la tierra sacaba la dulzura de sus propias entrañas y no de los fertilizantes, ponemos un poco de atención para ver cómo es que nos resarcimos un poco de la maldición de la serpiente- de la anécdota que cuenta un escritor de un pintor tan inteligente para definir las diferencias de la plusvalía entre valor de uso y valor de cambio, del siguiente modo: Un cuadro mío puede valer, si tengo hambre, lo que vale un buen fiambre, pero si estoy seguro que este año no voy a vender más que este cuadro en tonces vale 365 fiambres. Lo peor de todo es que las gentes, chupando la dulzura de la vida aparente, que te muestra, en un mundo de moscas, que tu eres abeja, lo aceptan de la boca de las pocas moscas que se disfrazaron de abeja y, entonces convienen en que el pobre escritor con hambre que está tratando de asegurar los fiambres –y otras dulzuras- del año, es la mierda; mientras tanto ellos compran su azúcar al precio que se la vendan, con la amargura de aparentar que se ponen en los zapatos del otro, que nunca son de su talla.
Por todo lo anterior es que el amor se volvió un asunto de cursis románticos, pues estos siempre exigen que la dulzura surja de las entrañas de la tierra y no de la posibilidad o imposibilidad de unos buenos fertilizantes.  Así, se pierden en el mundo del cáncer, la neurosis, la ridiculez y la pobreza.
PS.: Estas líneas han sido escritas al tenor de una lectura, a vuelo de pájaro, de “Acerca de la nueva comedia” de Lope de Vega, que fue escrita antes de que se supiera que seis es ocho.