ÉXITO
Y SU ÉPICA
Fracaso
se armó de rabia,
de
suficiente razón sin ley
y
atacó a Éxito en su querida Calypso:
violó
su intimidad, su castidad,
se
solazó en sus opulentas formas,
por
un rato se sentó en su trono.
Pero,
¿quién era Éxito sino lustre
à
la hauteur, de arrogancia,
fuerza?
Y, acaso ¿no era la belleza
Calipso,
con sus artes seductoras y
sus filtros
la que de la eterna búsqueda
de su perdida Ítaca al
pobre Ulises extravió?
¿Y, no era Fracaso hijo
legatario de Pobreza y Caos;
no era, acaso, linaje
atestado de Caín?
¿No tuvo, acaso, el libro
de los ungidos la astucia
de ignorar las mieles y
maravillas de los titanes,
y a la señora Historia no
invistió
con las púrpuras medrosas
de la ocultación?
Entonces Éxito convertido
en cueva de bandidos
le recordó a Calypso que
ser debía la vengadora
de su muy ilustre y
condenado padre Atlas
-cargador eterno de una
piedra infame-
y los hercúleos depósitos
de sus tías las fuerzas
de Moira a regar las copas
de pútrida sangre sacó;
y extendió su manto de
sombras sobre los gélidos nichos
donde deleitosas viandas se
conservaban y caras
se repartían a cambio de
sudor y lágrimas;
y humillación contra
humillación se ciño el lazo de la ley
no contrastada, no cumplida,
diluida, dilatada, postergada,
arrebatada, colgada del
gancho del acuerdo y la concertación...
Aún humean las teas en las
calles del tiempo cobarde
que todo lo esconde, lo
vence y convence
y los pobres corazones
asustados corren como cervatillos
en la pampa de la
incertidumbre
pero rumian el intrincado
pasto telemático
y en sus redes manotean la
maraña
que la araña del hijo de la
astucia tejió
con hilos de acero de
indolencia la ilusión
de imposible liberación.
A PROPÓSITO DE
CALI Y LOS SUCESOS DE JUNIO 2021