viernes, 21 de junio de 2013

ESCENA DE LOS HECHOS


ESCENA DE LOS HECHOS

El concejo de Familias en acción
Sesiona bajo el auspicio
De su propio presidente: La pobreza
Desprecia la cosecha de cielo
Que se pudre de tedio a raudales:
Mañana todavía habrá
Para dar y convidar,
En cambio,  hay que apretarle
El cogote a la esperanza.

Mi ricacha tristeza, se sienta
por contraste,
en la banca alharacosa que, niña
intenta afianzar la fibra del músculo
que mañana le dará su puño al futuro
-para que le deje tranquilo-
Patea la torpeza con denuedo
Y yo me elijo timorato
De los ojos celulares que me miran
Derrochando mi impudor de abandonado
Desposado desgraciado con el desprecio
En boda morganática con orgasmo agonizante
Que no termina aún con el afán del día.
Al pie de baratas propagandas místicas
Ángeles de amor que nos dicen
Que la gnósis ya no basta:

Pero, ¿qué le hacemos si tenemos
Bien puesto el bocado de las riendas?
Esperemos que florezca nuestra bendición
Del mismo modo que el cartel se pudre
Y si no, que inventemos nuestra propia negación
Del ocio que hace negocio
Con la idea de que no somos muchos
Pero no somos tontos. 

FLOR DE SAL -GRANDEZAS DE HOY


FLOR DE SAL
Intrépido niño
Que estremeces la dama
Con tu aliento tibio
Descendiendo del frío
La encuentra
A la salida bulliciosa
De la escuela del silencio
La toma del talle del tallo
Y en su rostro de pezón turgente
Estampa un beso
Y entonces un estallido se abre
De rubores, de noches, de anhelos
Guijarro, canto rodado de niño
Esquiando  en la faz de  un lago tenso
Desciende hasta el fondo
Y se hace pálpito súbito:
Me llamo tremor de poeta
Atisbando una musa
Le dice ¡y tú!
¿Cómo te nombran
 sombra  exótica
de sol negro?
Acaso me llamo orilla de sueño
O claroscuro del miedo
Mas, sólo llámame Flor de Sal
En desolado lecho.
GRANDEZAS DE HOY
“Pero ellos no lo entendieron así,
Y todavía ahora, cuando leen el antiguo pacto,
Ese mismo velo les impide entender, pues no se lo han quitado”
2 Cor. 3,14
Estúpido mundo dichoso
Empalagado en el embeleco
De tu propio espejismo
Ahora incluso te resbala
Pelar por el afrecho:
Un gramo de polvo, un trino,
Una copa de vino, un güevo
A precio de pucho
Tecno-tembloroso week-end
En un antro con estilo
Posas para tu nada interior
En marca miserable de prestigio
Te ríes de mi rudimentario oficio
Pagado en ufano salario
De alto precio:
Darse cuenta del truco
Sin develar la trampa
Mientras te vistes de mona
Para aparecer de oro y de seda
Justiprecias al otro por sus piernas
O su billetera
O por el látigo sutil con que te arrea.
¡Bah! Siéntete grande  cuando detentes
El archivo cifrado de la identidad
De un pueblo entero
O cuando seas un Francis Drake
Del tesoro de bits e impulsos
Que cambia la dirección de la voluntad
De espíritu
Deja que el paria y el labrador y la fámula
Se compren a cuotas
Su pequeño y barato secreto
En la guarida del brujo y el yerbatero
-tiene algo más de cierto que lo tuyo-
Más, que se entere y persuada
Que es muy difícil
Hallarlos a precio de Ghandi,
De asceta o de basurero.
¡Ah, tú!,
Bollo seco sin información
Para las moscas
Cagada perdida para el santo y seña
Del contrabando de silencio
Que ulula
En el mercado de pulgas traficantes
De la sangre del electrón
Y el salto mortal del corto circuito
Que bajo fachada de circo
Se infiltra en el país del cálculo
Y los servicios metereológicos;
Ahora que la s almas guardianas
Del volcán atronan
Para asustarle sus arcadas de gula
Sus convulsiones de loca brújula
Deja que los rústicos publiquen
Su pasquín de rumores
Y que exploten la pirotecnia 
Se sus secretos a voces
Y haz que se traguen el fuego
 De su escupa
Para aliviar su úlcera
Envez de lacerar
El inocente pavimento
Para después ilusionarse
Abriendo una cuenta
En Facebook.

Mini-emociones


EL ASUNTO DE LA MANZANA
 Cuando Dios anunció a Eva y Adán que no debían  comer  de la manzana estaba haciendo trampa, pues recién se daba cuenta de que había creado el árbol de la ciencia del bien y del mal y no quería que nadie se subiese al árbol a robarle su rica cosecha. La pobre serpiente simplemente  había escogido vivienda pero ni siquiera le gustaban las manzanas; el veneno se lo puso Adán cuando la puso de cuidandera pues no le gustaba hacer negocios sólo con voces sospechosas. El enredo con el cuento de la costilla fue que cuando este se durmió, Dios todavía abrigaba esperanza de que no se le iba a ocurrir encaramarse, entonces le puso quien lo entretuviera. Desde ese momento la lucha entre Adán y Dios la canta el ‘pájaro que da cuerda al mundo’: La mujer y la guerra.
***
LA FELICIDAD DE LAS PALABRAS
Las palabras vivían felices en su sentimiento ufano de conocerlo todo –incluso a Dios-, hasta que les dio por conocerse a sí mismas; fue entonces cuando enloquecieron y como terapia se inventaron las bellas letras. Pero cual no sería su desengaño cuando se dieron cuenta de que eran usadas por el hombre. Desde entonces las palabras se encargan de engañar a los hombres  que las pretenden con paradojas. Pero en ocasiones se enamoran y entonces inician romances con los poetas y entablan fructíferas amistades con los novelistas. A los filósofos y brujos los vuelve huraños, solitarios y silenciosos. Pero a quienes desposa los desquicia. Ahora tiene tamaño problema con los computadores.
***
IDA Y VUELTA
Era perfecto por haber nacido entre sabios monjes místicos; tanto que supo de antemano que no sería su líder y guía pues siempre encontraba mejores metas que el Nirvana. De modo que un día fue hasta donde el anciano preceptor y le dijo:
« Maestro, cuando fui agua fluí feliz por cañadas y ríos hasta que empecé a sentir recelo por la unidad y dureza de la piedra; de como se interponía en mi camino y me hacía cambiar de curso; entonces me hice remanso pero empecé a extrañar la variedad del paisaje y quise ser aire para viajar a donde quisiese. Me indigné con el cieno que se iba acumulando en mi fondo y recordando cómo las oquedades me sacaban de sí formando remolinos me propuse penetrar la tierra y sus secretos. Así me hice gota de estalactita para vengarme de la piedra, pero andando el tiempo me herí de orgullo con las estalagmitas. Definitivamente me hice piedra pero la impeturbabilidad del tiempo y la quietud me llenaron de tedio, además que moría de vergüenza y desazón por no haberme percatado de que el agua va sacando pequeñas partículas de la piedra y las lleva en su lomo sirviéndoles y no poderme dar cuenta de cómo iba creciendo. De modo que definitivamente me convencí de que siendo aire se acabarían todas mis penurias y angustias: iría donde quisiese, nada ni nadie me podría retener por mucho tiempo, no necesitaría crecer, por lo que enfilé todos mis esfuerzos en aprender a ser aire y lo logré; más, ¡oh desdicha no ser visto!, qué tristeza embarrarme de aromas nauseabundos, empalagarme de perfumes, ser humillado por el humo; entonces descubrí que el fuego tenía todas las propiedades deseadas: mientras vivía en el mundo visible como llama alcanzaba a abarcar grandes espacios y al hacerme invisible como calor me fundiría con el aire que me llevaría y traería por todos los elementos; entonces hice grandes estudios, sacrificios, trasmutaciones y llegué a ser fuego, pero ah, qué vértigo en la llama y que soledad en el calor y que envidia de la tierra solidaria en sus granos que albergan la semilla y los despojos que crecen, se transforman y se multiplican, entonces he sido tierra y ahora soy hombre; ¿qué me falta?» entonces el maestro esbozó una sonrisa amarga y dijo:«Ahora ve y cultiva todas las imperfecciones y yerros de los hombres, a ver si encuentras, por fin, la chispa que te funda con el Supremo»