lunes, 6 de agosto de 2012

LAS PROPUESTAS DE GUSTAVO PETRO

Las intenciones son buenas, pero quizás los asesores asediados de positivos los presentan falsos. Una cosa es tratar los drogadictos en Europa -donde mal que bien la urbis puede decirse civilizada y con necesidades vitales satisfechas- que tienen un equilibrio entre reflexión pura y reflexión práctica, sólo que su principio de placer se desboca por falta de disciplina, y otra tratar drogadictos cuyo rendimiento epistemológico ni siquiera tiene un ápice para exigir su mínimo de individuatis, es decir que además de drogodependiente es bandido, porque la idea que tiene de su entorno es la de un diablo al que él debe superar y los que pueden aplicar para esas caracteristicas, no tendrían la lucidez de cambiar su apellido por un principio de individuación bien contrastado.
LAS GUERRAS CONTRA SANTOS

Los españoles quieren a  su rey; incluso pera reírse de sus torpezas al subir un escalón o acallar a un bufón que no obstante siente pueblo. Nosotros no queremos a nuestros "cacaos"; ni siquiera para reconocer lo sabrosos que nos sentimos o lo mierderos que podríamos llegar a ser; caso que han hecho sentir algunos personajes a representantes los imperios y las rancio-herrumbres. Es por eso que los medios (esa poco profunda caverna, pero tan profunda para difundir los ecos) no sabe querer a sus líderes y en cambio se deja llevar por una intuición de micos lavando cocos en alguna playa de las vanguardias. Así, terminamos tomando y defendiendo como lo mejor, cualquier pasilla pisoteada de valor agregado.