H-E-T-ER-Ó-NTICOS
Roe y cae, Caeiro
sol que sale
y se hunde
no le
importa si sabe qué gira
en torno al
mundo.
Reis, está
enamorado
de la
aberración del ojo;
por eso Reis; sí-ríe
y es un
poeta menor.
De-Campos, l-ávaro
agrimensor
¡qué poco
orgullo y vergüenza!
atesorando
medidas
de lo
indestructible.
(e)S-A-peso Pessoa
serpenteando
en el hilo
que dedos
burlones
del mismo
ignora su
suerte
en el
teatrino
pero se echa
las cartas
lee-los-maestros
Lee Masters
y se gradúa
de Edgar
dando una cachetada
ardiente
en hot-Grade al canon
por su
aristocrática exigencia
de usurero
en el desvarío
de los Extr-a-gones.
* * *
ELECCIÓN
En
otro tiempo salía a votar
por
la veleidad de sentirme
buen
ciudadano.
Hoy
sólo trato
de
albergar la ilusión de ser
un
silvestre animal sano;
y
no es que no convenga
en
que sea necesario el collar
y
la hipnosis bondadosa
de
un buen gobierno:
es
que después de hacerme
perro
amaestrado
no
siento la misma ambición
de
conquistar
a
menos que sea la conquista
de
un buen seno
no-sé, pero me
confundo.
* * *
DEATH’IS
WARRIOR
“De nuevo, de
nuevo,
de
nuevo dirán
la
Fuerza Española”
Hart
Crane
Nuestras cintas de Möebius, las letras
que le dan la razón a Berkeley
y se la quitan
tráeles, letras, la vida
y déjalos muertos;
que se enamoren de los verdes
sin mezclar azules y amarillos;
que se instalen a vivir
en los R-o-jos
sin transitar la avenidas
de la sangre;
que jueguen sus motivos
de “Final de partida”
ganando bazas con cada pecado
y que todo-God, Godot
se convierta en el menos
interesante misterio
que los intriga.
Llameémonos, llamémonos
nosotros sacerdotes
de esta generación
que por la Hoz-gnomo-nosis
tenemos a mano de cerebro ardiendo
los dulces amargos sabores del saber
hasta que los esbirros del dominio
mandan amancebarse
con la madre de todos los vicios.
Jódelos, déjalos
que no se antojen
de ser Murphy
y que se abroguen
su propia ley de tales
ma-lex, inteligentes y
agradables charlas
vaciándole todo el depósito
cuando sólo solicitó un céntimo
en préstamo
y sigámosle lamiéndole la nalgas de mantequilla
a la señora esa
poniéndole en el trapecio
la cuadratura del circo-ulo
métetele en un uol,
en un hotmail
y deja que te monte como un yahoo
sin que se sonroje de tu perfume
pero que se acuerde
que anduviste
con Belacqua.