DEL POPULISMO DE LOS INTELECTUALES
No sé –me dijo el bachiller Pan-gil-iento
Picasso luego de que, al responder a mi afirmación de que lo sentía mucho pero
que a mi modo de ver él era una vulgar imitación del bachiller Cleofás Pérez y
que a lo mejor me tocaba prescindir de sus servicios como consejero, a lo que
respondió que lo dudaba, puesto que siendo un bachiller al estilo antiguo, es
decir, versado en latín y griego, en literaturas clásicas y no sé que otros
disparates y, dado que él si conocía bien la diferencia entre los Polonios y Falstaff y los aúlicos actuales le iría a
necesitar. Que ahí tenía, si no, la tremenda garrulada de apreciación que había tenido cuando, con
ocasión del pronunciamiento de más de ciento veinte intelectuales acerca del
proceso de paz yo había dicho que, independientemente de los pronunciamientos y
de estar o no de acuerdo, esos señores: Rudolff Homes, los Echavarría, Ángel
Becassino, etc. etc., y quizás sacando de la colada a Fernando Vallejo, aunque
tampoco, esos sí eran verdaderos intelectuales; los de la plata, los que mandan
a moverse el país, los que reparten el pan y el circo ¿o debería decir los
payasos? y no esas pinturitas como Daniel Samper Ospina de quien
infortunadamente sólo escuché la parte en que decía que ‘el morbo es local absolutamente; es por eso que les salimos adelante a
esas revistas como Gatopardo o Maxim’s que le apostaban a mostrar a las suecas,
rusas, inglesas, a las Natasha, Cindy Crowford o las Natalia Paris; no aquí la
señora rellenita que va a comprar las papas a la esquina, o la flaca aindiada
con ángel son las que ganan la partida’ lo que me pareció del filisteísmo
más descarado, pues, quién dijo que el señor don súper-iconoplasta gustaba de
ropita el Roble o Lec-Lee, o tomar cervecita costeña en vez de Chiva’s, o que
se iba a Cartagena de vacaciones en lugar de a España y, vaya uno a saber si
dentro de sus fantasías húmedas estará Nahomi Campbell. En Cambio –le había
dicho calentao- hay que ver al amigo Mario Jürsish Durán quien en una carta que
le mando un oyente de la Señal Radio Colombia diciendo que le hacían gozar sus
excentricidades y su buena vibra musical, después de que había dicho una perla
como la de que ‘lo cursi es aquello
íntimo que se comparte’ y, a
continuación, iba soltando ligerezas tan bacanas como ‘y pensar que hace unos años cuando a uno le decían PC uno ahí mismo
pensaba en partido comunista y no en lo que sabemos o en Pirata caribeño o colombiano’
entonces yo desde mi sillón
asfáltico lo defendía diciendo que que
va, que lo que pasa es que cuando los famosos se han creado su aura entonces
todo el mundo está pendiente a ver que pedo se tira y entonces es una
excentricidad, pero en realidad, cada uno tenemos nuestro tumba’o, la
excentricidad la da el público. Ja, y que tal el ejemplo que dan con su
compañero el co’teñito Salcedo Ramos; son de dos ambientes súper diferentes: el uno
burguesito de cepa italiana con la yuca hundida en el petróleo, el otro venido
a más a punta de pambeletiadas y carantoñas nobles con Fiorillo y con el ñame
bien puesto entre los huevos, y sin embargo, saben compartir e improvisar una
tertulia de lo más bacana. Me causó mucha gracia la vez que Mario le dijo que
no sabía, Alberto Salcedo, del daño extraño que le había hecho éste al no
asistir al lanzamiento de su libro Fuera,
zapato viejo y Salcedo le respondió que entre mal
tiempo y tráfico de aviones no había podido llegar pero lo tenía en el corazón;
y me dije: Ahí está pintado el país; qué
diría el morenito: pues yo no te voy a lamer las suelas por un libraco que
hiciste aprovechándote de la nobleza de tus amigos; además, qué pereza besito
va, besito viene y lisonjas con olor a huevo, y a ver cuando se van los lagartos
para ir a festejar los elegidos. Ojalá no vaya nadie. Pues ese es tu
problema, me había dicho, bastante se tiene con que se piense; el asunto es que
los que piensan están en una suerte de escalera, iba a decir pirámide, pero
para no enredar el asunto con confluencias de David Murcia o de faraones que
nos obligarían a recapitular acerca de la sabiduría y la avionada, mejor lo dejamos en escalera; sí, está bien, póker,
costeña o Heineken. Decía que en la escalera de los que piensan no hay que
mirar en lo que piensan sino en cómo piensan: Los que tienen la plata tienen
que pensar como banqueros, los que tienen el papel tienen que pensar como
mantienen la función; está bien, cómo democratizan la opinión; los que tienen
el saber tienen que pensar a quién y cómo lo van trasmitir; y así, los que
tienen la tierra, no la de los títulos sino la de la tradición, es decir, la que
mantiene el aire de boyacenses, pastusos, costeños, antioqueños, en su justo
sitio, tienen que pensar como ciudadanos del mundo familiar y los que sólo
tienen el azadón, pues tienen que pensar en como sacarle filo, pero lo
importante es que tiene la plata no quiera hacerle sentir al que tiene el papel
que la va usar para convencer al que tiene la tierra de que hay que poner a las
vacas a comunicarse por chat y el que tiene la opinión no le haga sentir al que
tiene el azadón que si le dan más plata se la va a fumar en bazuco y viceversa
que el del azadón no sienta que el que tiene la tierra le explota y lo desprecia
y el que tiene el papel lo burla y el
que tiene la plata lo ignora.- Y al final habíamos convenido en que realmente
eran muy razonables sus apuntes.-. Pero me parece que se van a burlar de ti,
porque todo depende , en este mundo de mentira del cristal -monte de paja- desde
el que se le mira-; te van a decir que de dónde acá un muerto de hambre al que
se le mete el agua por la suela de los zapatos va a salir con elucubraciones de
filósofo o de analista.
Ah, no, no, un momentico don Pan-gi-l-ento,
por más rápido que me enredes, con más rapidez me emputezco. ¿cómo es posible que le quieras anotar puntos
al esforzado, lúcido, agudo, lirico
señor del País de la canela anotarse un punto cuando dice que puede
perdonar los últimos diez años de desastre pero no perdona los últimos cien
años de irresponsabilidad; ah, no ,no, no; y todo para defender la candidatura
de ese señor Zuluaga, que es como decir el señor ubérrimo –en autoritarismo sin
nobleza para respaldar a una cohorte de clase media que nunca aprendió a diferenciar entre enjundia y nobleza- Vayamos por partes; ya
habló usted, ahora déjeme que yo hable:
La Rae dice que atavismo viene de
atavus - cuatro abuelos- y, ahora que
lo pienso, no me había puesto a pensar en que el español tenía también un papel
importante en el asunto de las monarquías, no por el rey, sino por el símbolo .
No hay que olvidar que la idea de lo regio es una idea que , si no atávica
cuando se piensa el asunto de los cuatro abuelos y que para mi, o sea de las
costumbres antiguas, más valdría que no fuera atavismo sino ata-bismo; la idea de lo regio, repito ,
tiene que ver con la tendencia de vivir y conservar lo mejor, desarrollado por
la inspiración primero y por la experiencia después; sí, ya sé que si vamos a
hablar de la familia Santos y las demás familias que políticamente han manejado
este país, no tiene ni pío que ver con los asuntos regios o reales en ese
sentido rancio,-que no es que huela feo como los buenos quesos o el dubrián- y que de reyes pícaros debe
estar empedrado el infierno ; pero, a quién le debe el señor William Ospina lo
que es hoy? , no en el sentido de sus ancestros , sino en el sentido general de
tendencias por lo mejor, así sea imitando malamente europeos y americanos o a
las ventas infames de la riqueza o los negocios torcidos, no, aquí lo que se
trata de vislumbrar es que los señores
negociantes, empresarios, los señores intel-c-uales
ven lo bueno relativo, yo me refiero a los que tienden a ver lo bueno del lado
general, de los valores supremos esos tan desprestigiados por esos mismos que han
hecho de la cultura un negocio, pero un negocio podrido y de mala calidad. El
esfuerzo que el señor de Ursúa ha
hecho se lo debe a la bendición que la naturaleza le regaló en este suelo que
no se llama Colombia sino lo-cambio y
si el señor chuky tiene malas intenciones,
es improbable que triunfe, a menos que las malas intenciones sean generales y
entonces el camino se siga torciendo por el lado más fangoso. A eso me refería señor Picasso ( y no era mi
culpa que el señor Julito Sánchez me desinformara cuando dijo simplemente que
el pronunciamiento acerca del proceso tenía como interesante la afirmación de punto de no retorno cuando las partes
estaban en un punto delicado de tira y afloje y entonces uno piensa que esos
señores no quieren que se haga la paz) a que el populismo de los intelectuales
va siempre dirigido usar la idea de pueblo, de lo popular, quizás con el tic,
ese sí atávico, que desde la revolución Francesa y mucho más antes, demostró
que la opinión que gravita sobre las muchedumbres, cuando se vuelve pop-u-lar, es mejor tenerla de nuestro lado
y ni siquiera hablar de lo que primero quería hablar cuando usted me dijo, tan
socarronamente: “No sé”, y que era
hablar de los que realimente son escritores –en el sentido de artistas y el
fenómeno que hoy se tiene por tal -ahora estoy como mamado pero dejémoslo para
otra charladita.-