El senito recièn levantado
pero no por el calor de mis buenos dìas
que vienen de una noche febril sin apaños
sino por un cansancio mustio de piedra
puesta en el torrente por años
rogando por fin una tromba que le arranque
de ese beso inútil a lo màs profundo
y del diamante conocer la suerte de obscuras eras
eones,un abrazo sin tiempo, tierra y fuego
acaso de días emergiendo para cortar la luz
filos en todos los ángulos como calles del miedo
mientras, subcultona team que aùn no descifra
los misterios del coltan emancipado
tratando de cumplir su misión redentora
de la espina en la carne
como si en ella tambièn su pobre chapola errante
no buscara la sazón de la llama verdadera
plenitud del instante y el silencio obligado
lengua amarrada en mi corazón palpitante
sigue la senda esperando que la ruleta rusa
de la buena fortuna le asalte sin el protocolo apropiado