sábado, 16 de mayo de 2015

SPLEEN DE SALEZIMAN

SPLEEN DE SALEZIMAN
(Fantasma Baudelaire purgando su condena)

“Maldito sea para siempre y sin remisión,
El soñador inútil que diseñó en su necedad.
Presa haciéndose de un problema sin solución,
En cosas del amor mezclar la honestidad”
Ch. Baudelaire
Las flores del mal
Oiga, ¡y se me manda ese animal!
directo al corazón
y a la pobre ave que allí había
con la fiereza de sus garras
de sus plumas poco a poco despojó
¿era vergüenza o indignación
la callejuela sin salida de la explicación?
Allí, en la mano, acabada de comprar
la apetitosa mercancía
de fruta madura ella misma en exhibición
¿por qué un bendito día en el camino del Señor
allí yacía, erguida, dispuesta
a ser tomada
si se pedía un aventón
y no sucedió?
Era que las barbas frigias
presas de un hechizo habían
como el niño obediente a la orden de mamá:
Si me esperas juiciosito a que yo vuelva
Tendrás cama y mesa y golosina
Y el abrazo desnudo de una pierna
Cuando el alba empieza a despertar...
pero entonces el tendero diestro
ante el boquete abierto del bolsillo hueco
chorro obstinado que quiso porfiar
a ningún precio
veló la linda guinda y la quitó
para posarla en los adentros
de una dignidad institucional.


A UNA PASEANTE

A UNA PASEANTE
Charles Baudelaire
(Traducción de Carlos Eduardo Pérez)

La calle ensordecedora aullaba en torno de mí
Larga, mínima, con gran dolor, luto majestuoso
Una fémina pasa con gesto fastuoso
Sublevaba balanceando festones y orlas

Ágil y noble con su pierna de estatua
Yo me bebí, crispado como un extravagante
El cielo lívido germinado en huracán de su mirada
Fascinante muerte en el placer de su dulzura

Un relámpago... mató la noche, belleza fugitiva
Su mirar de pronto me ha hecho renacer
Más ¿es en la eternidad que te volveré a ver?

Lejos, bien lejos, así tan tarde, jamás podrás ser
Que no sabes dónde voy, que no sé a dónde vas

Tú, que lo entendiste, tú, a quien hubiera podido amar.