jueves, 27 de junio de 2013

FUTURO

A tientas por la trocha vamos
de la mano de un anciano torpe y ciego
y un voraz y aventurero espíritu;
ya se nos acabaron las viandas de besos
y los toscos adoquines hechos
de resistencias, de transformadores,
de sinuosos circuitos,
de polvorientos buses, de sofisticados sílices,
de cadmios y berilios,
nos dejan apenas disfrutar
los monstruos del paisaje.
la escafandra de fibra óptica
nos hace echar de menos el aire acondicionado
y el tiritar del frío...
Se insinúa una boca de túnel
piden que encendamos la luz de tren
de la memoria cósmica,
pero no encontramos el interruptor
en las paredes del olvido.
Un vaho de vértigo se nos ha venido
a vivir en el estómago,
¡Oh!, pero ¿qué pasa?
bólidos, centellas, estrellas,
 y el resplandor no termina
de bañar nuestro estatuto
de Ser Divino
que corre a encontrarse con Sí mismo,
pero no se reconoce
es sólo un difuso recuerdo,
un estertor del instinto.

FABULA DEL DONAIRE Y LA SENCILLEZ


FÁBULA DEL DONAIRE Y LA SENCILLEZ

Cuando Donaire se encontró un día por los caminos de la vida a la sencillez, Vida era todavía una pequeña niña que poseía fuerza, exuberancia, y algo parecido a lo que los hombres llaman belleza; pero realmente, en orden, precisión y contraste entre fines y medios, la belleza de Vida era mucho más que eso. Por eso esta chica que a la que también llamaban Naturaleza puesto que aún las niñas de sus ojos no abrían el foco de una manera que pudiera avistar a Conciencia, se propuso que iba a ser un personaje importantísimo en el Reino del Acaso y para empezar se dio a la tarea de encontrar, casualmente a Donaire y Sencillez. 
Cuando Sencillez, quien a diferencia de Donaire, que le gustaba hacerse notar, prefería pasar desapercibida vio venir por el sendero a Donaire, el corazón se le encogió en el pecho con un espasmo de suspenso, pero Valentía quien compartía esta cualidad de los espíritus sutiles con Donaire, sólo que Valentía gustaba de hacer visitas intempestivas y totalmente extrañas, pues en ocasiones que se le necesitaba perentoriamente, no aparecía ni por que se le rezaren cincuenta misas, acudió en su ayuda:
A ver, me gustaría mucho conocer lo que usted tiene dentro— le dijo.
Donaire, quien con el tiempo y después de mucho estudiar los embates de Azar y sufrir sus atropellos había ido a la Notaría de las Significaciones (¡quién lo notaría!) a cambiarse el nombre por el de Garbo, pues llegó a estar tan pendiente de su condición de globo inflado, que fue al quirófano de las Geometrías a que le practicaran un by-pass entre rabo, cabeza y est(ó)-mago; así, no iba dejando por ahí regadas sus ex-cre(e)-(es)-cencias y quien no se cocía al primer hervor, le dijo:
¡Humm, pero qué! ¿tu quién eres, acaso no te da vergüenza andar por ahí como una brizna que trae y lleva el viento?; mira, yo tengo inteligencia, imaginación, poesía, teatro, tengo magia y tú, ¿qué tienes?
Vaya, pues entonces muestra, porque a decir verdad, me parece que si miramos a fondo no somos muy diferentes del bulto con apéndice de colgajo o de oscura guarida que se encabrita o se inunda cuando el amor o la sangre los concita, sólo que la sangre sola no deja de ser río colorado de misterio—. Sencillez bajo la cabeza con una naturalidad que estaba lejos de poder ser tomada por congoja y en la arena sobre la que estaba parada fueron dibujándose, como si sus ojos fuesen estilos, pequeños jeroglíficos indescifrables. Cuando levanto la cabeza de nuevo, dijo con ojos serenos:
tengo bondad y alma.
Donaire titubeo y se sonrojó enormemente, pero enseguida se repuso y dijo:

  -¡Aja, coño! ¿y qué crees que guardo cómo el más grande tesoro?

Ese día nació la emoción llamada amistad y Donaire y Sencillez pasaron largo tiempo estudiando inglés.    

DECIR ADIÓS


DECIR ADIOS

Decir adiós acaso sea
A Dios decir que a él se deja todo
Lo que el podrido número de la lotería
Regentada por su caprichoso gusto
No dejó caer en el premio mayor
De las cosas apropiadas,
De los egoísmos bien disimulados,
De las etiquetas mal despreciadas,
De los orgullos bien dispuestos,
De las pistas mal plantadas.

Decir adiós de pronto signifique
Que ya Goliat no le come a la piedra
Pero que el David de las ondas
También desarmó el grano de arena
Y que como el a-Dios siempre es definitivo,
A menos que el quiera
Hacer inolvidablemente imposible
Que en el malicioso tablado
Del 8 de Junio
Se actuó el último acto
De una mujeril sed de venganza,
Nacida de una gula de sales tiernas
Que no tomó antes, sincera
Su aceite de oliva,
luego de que mucho tiempo ha
algún inocente se ilusionó -estúpidamente-
con "Pelle el conquistador"

POESIA A LA LEONARD COHEN


POESÍA A LA LEONARD COHEN
Hoy ciertos poetas de éxito
-desde hace mucho tiempo-,
Viven cogiendo;
Cogen con el aire
Que les trae noticias de las musas
Cuando no están en celo.
Cogen con los fantasmas de la verdad
Cuando ésta se les está babeando en las narices
Y en venganza la mandan
A que le den por el culo
Porque eso de la verdad ya no existe.
Cogen con los principios
-como unos príncipes-
Y les exigen que se modernicen
Por regio decreto poético.
Cogen con la mentira del amor
Y cuando ella seduce a sus esposas
Las mandan a la porra por zorras
Y entonces lloran como niñas
Para que les den algún premio de consolación.
Cogen con el arte
cuando tiene la menstruación,
es decir cuando natura prohíbe
y si cumplen, develarles sus secretos,
pero como no se aguantan,
porque tienen que probar de todo,
entonces salen todos preñados de silencios
con las manos ensangrentadas
y hasta la lengua
pero como la sangre del arte es negra
por aquello de la polución y las taras
mercantiles, entonces dicen que es pintura
del misterio.
Yo que apenas soy un escri-vano
Cojo con estas palabras
Por ver si me hago a un lindo cuerpo.
Quien lea este poema
Recibirá como gratificación
Un rico prurito en el ano.