PLAYA EN PÁR-AMO
Están muy gordas las nubes
De esta tarde-noche
Han comido demasiado sol
Y playa y risa y ¡vamos!
De semana de pasión.
La que veo ahora, por ejemplo
Está bronceada como un camarón
Y tiene una cara de Dios tostao
Que hace rato tosió
Para hacer aspavientos
De los ruegos de las vísperas
¡deja llegar tu agua, déjala llegar!
En ritmo de hipnosis
De secta Laura Pinzón
Y entonces, acaso, lleguen días
Oráculo del perdedor
En que se llame color olvido
Al color camarón
Y la pitia respondiendo a uno
Que por su amor pregunta
al negro de la noche que llega
Se le llame color resurrección
Y entonces como si en la barbilla
nock-out recibiera por culpa del mentón
como que se despertó de su fuma
que ya mucho tiempo dura
y unas gotitas de tísico escupió
y con su rostro de peluche adormecido
su máscara de malicioso ET
dijo que era por este pobre iluso
por el que inspiraba la oración y se alegraba
de su calma chicha
cuando Alejandra no sé cuántos ni a cómo
llegó.
II
¿Quién os manda, señor mío
A pedir adivinanzas de vuestro nombre
A ese hermoso –y caliente- corto pantalón?
Que si Gabo que si Alejandro… Orbe-gun?
Oh, ¡ni lo pienses! Que yo no soy tan soez
Aunque me gustaría
Humm, ay, ser un pintor
tan jocundo que con solo verle
Te tomas un trago de ron
Y te hurga las entrañas un cóndor
Y laxcaux sabe menos que tu sabor
¡ay! A amor y a tierra y a dolor
Ja,
medio poeta el señor, ha escrito alguna canción,
Luis…
Si no sabes lo mejor es que dieciocho
En siglo último –con amor o sin amor-
Contra cien siglos de cuchilla en ley inicua
Que en gracia elegante y tranquila vea
cómo rueda la cabeza
-entre el sueño de sus piernas-
Que ningún bikini civilizado igualó.
DOMINGO DE RESURRECCIÓN
No amaneció vacío mi se-pulcro
su cervato saltarin huésped
amaneció husmeando
el picadillo de colores que trajo un hálito
de la fiesta donde el color envidia
el color soberbia, el color gula
el color pereza, el color ira
y todos los matices tuvieron su borrachera.
Y no amanecieron tirados los lienzos
siguen pintando el cuadro del contenido
del fardo de la culpa y no se fue la cabeza
a ahogarse en ese lago vacío de un arriba
cuando es adentro que el azul cielo tiene su fiesta
de fe que el Ello niega porque no entiende,
solo tiende su manta de misterio
sobre los restos de la factura
que cobró sin respaldo lo que fió la ternura
al chisporroteo de la flama y la flema
que sabe su tiempo sin atender el protesto
de la letra registrada como lujuria
y paga sus intereses y sus prorrogas
para crear y para destruir
para odiar y para amar
para derramar y para verter…
Y así, como los años, los soles y las lunas
el pobre cervato espera
inundado de nutritiva hierba
la lotería del manojo suculento
que como una gavilla llamada amor
se fue llorando y volvió riendo
mientras debe abandonar el nido que creyó nudo