martes, 10 de julio de 2018

LA PROSA Y LA ROSA



LA PROSA Y LA ROSA

Yo soy Clavel,

Yo soy Azalea,

Yo soy Anturio,

Yo soy Agapanto,

Soy Girasol,

Y yo soy Dalia,

Yo Jazmin,

Y yo soy Magnolia…

Estaban bebidas

Todas las flores en una calle

De la vanidad

Y disentían

¡Tanta competencia!

Y tanta indiferencia

¡Tendremos qué destacarnos!

Somos tan finas

Pero, ¿cómo hacemos?

Ya nos imitan todos los olores

Y ya de loores a los dioses no damos

Insignias. Y vieron de pronto, al lado

A la Rosa con sus espinas

Tan sola y tan prostituida

Y, tú, ¡por qué no dices nada!

Oh, lo siento, amigas

Es que desde que el amor verdadero

Bajó a la tumba,

Para rescatar su presa imagen

De las garras de la loca lira de la risa,

Envidia; su yo y mi yo;

Y que viera a mi héroe dejar su cabeza

En cualquier parte,

r-feo, Orfeo, pues los dioses son regicidas,

Entonces, que la pobre rosa ya no es por sí misma,

Es por-la-prosa, su savia, su sangre

Lo que camina… del Todo, centro y caminos…rosa

Y, de entre una grieta de los muros de la realidad

Un ejército de flores minúsculas,

De esas que pisan la hormiga y el viento declina,

Dijeron, nosotras, ¡qué pena!

Vivimos para echar nuestro néctar

En las raíces de tan noble estigma.




No hay comentarios:

Publicar un comentario