Por aquí huele a imán
le dijo el perro a la niña
y ella lo arrastraba cual Gorky
San Bernardo era
y ¿por qué huele a lo que tu digas?
entonces él, veinte metros adelante
cuando puso su necesidad como atenuante,
comunicar sin lenguaje,
le dio un beso de mirada y dijo:
Porque tú, con el modo en que me amas
no entiendes lo que te digo
que Tú, con tu peso y brillo de diamante
oprimido de cuando Dios cansado
de oler grosura ofrecida por el judío
te puso a buscar el instante en que la luz dijo
a ese que te miraba, armoniosamente airosa
has encontrado tallador y talle.
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