martes, 26 de mayo de 2015

REINA DE TUGURIO

REINA DE TUGURIO

Ay, siempre soñé una reina para mi tugurio
Y como la divina Elena tu luz hasta la médula
Penetró los recodos más profundos
Que en la flauta de tu voz  todas las ratas de la esperanza
Se lanzaron al abismo Hamelin, de tu coño río de leche y miel
Quiero decir, a la corriente sonriente de tu sencillez
Sin que Paris importe y su otro florido delirio
De rozagante rostro y linaje regio pues hay otra flor
Que no envejece aun cuando el tallo esté arrugado y mustio
Siempre que se le inyecte savia tierna y dulce
Hervida al fuego del caldero humilde
Que cuece, tolera y besa la tormenta
Con arena de otro desierto más tranquilo
El que mira las manos laboriosas y aporca mis desmayos
y los tuyos guarda en las beduinas caravanas
para asaltar los días más inciertos
y llevarlos al oasis-espejismo
de la soledad en compañía que abre sésamos
donde se derrochan tesoros anodinos.

Ay, y hubo un día en que todo se deshizo
Se hizo el sueño en medio de la pesadilla
Realidad de dos  por cinco y ninguna apuesta
Y me llevó por calles tontódromas multitudinarias
Sin afugias de páginas sociales o censores de justicia
Y felices hicimos el pollo asado sin tocar un dedo
Y usamos ajenos Wi-fi y nos tiramos pedos
Y dejamos que el cielo decidiera
Pero no nos pusimos de acuerdo
Y su cuerda se sintió más fuerte
Y cruzo la orilla de Rubicón considerado
Y me dejó de lado
Cuando le propuse que hiciéramos un perfume
Que todos olieran gratis y con desgano
De envidia o decepción de actores malos
Y volvieron los ratones pero resentidos
Y desesperanzados y se instalaron
En la madriguera de una bruja

Que creyó que se le había agriado el caldo. 

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