miércoles, 2 de octubre de 2013

SAN JERÓNIMO, FELIZ DÍA DE TU SANTO




San Jerónimo, ¡Feliz día de tu santo!
este tiempo y tu tiempo se unen
hervir de larvas en cuencas atónitas
                                                     el camino
sonata para pianoforte a cuatro manos
Leopold Mozart y sus hijos de gira por el mundo
                                                          conocido
nueve y doce años
guiños de estrellas
la misa en televisión no dijo mía esta boca:
¡Abre el empolvado Libro!
Santísima Trinidad, augur en pleno medio día
humildad, caridad y amor
al Libro de los libros
que no trae historias de bestezuelas
y no obstante gigantes de cuatro metros
nada de vampiros pero Eras
bebiéndose la sangre de secretos que sólo dejan
una estela de barca del sueño –si no os hacéis como niños-
un abuelo reclamando por su hijo
en supertiendas Olimpica
a una supervisora que crepita entre las tejas
algún asocio con la lluvia tibia.
Acaso en tu tiempo no era moda el santo y su seña
pero el santo Àngel de la guarda
y acaso este tiempo sólo tenga acento
de muchacha caprichosa o un acorde
“te inmiscuyes en la angustia que significa la vida”
contigo igual que el ceviche, Cisneros, el perrito y la calandria
en Lima con mar brumoso y cristal de roca italiana;
la bobina de ciprés molido aún no es abolida
                                                                             y da noticias
de camposanto o de campo agrio da lo mismo
pero se puede viajar con un clic,
sin libros, misoginia, misantropía o alboroto
y escribir con el pensamiento cantilenas
de cucaracha presa en lata de aluminio...
¡Feliz Día de tu santo! San Jerónimo
lo ratificaré a más tardar mañana
con firma corporativa en supermarket de marca
pira financiera, lavadero de liturgias esclavas
bebé ¡tú no sabes nada!        

LA CUEVA DE LOS MUERTOS ILUSTRES, Sept. 30/13     

                             * * *


  
AH, YO

Ah, y entonces llegas ¡y qué feliz soy!
y te soy esposa y estancia y coyunda,
enfermera, consejera, abogado y juez
y sabes que es mejor cuando te vas
y no sabemos a donde
porque si aquí siempre estuvieses
no ons podríamos soportar;
ah, ¡y cuánto nos gustan los fuegos
                                que encendemos!,
estallan, crepitan, fulguran multicolores:
fantasía, presente, pasado, futuro y saber
y nos contamos que el esto-mago
donde echamos  del lar
                                                sino charlamos
que mete el brazo como un científico
                                        en la cámara de vacío
y agita la garra como un gatito
                              asiendo el hilo de la madeja
y juega
y corta
-a menos que quiera quedarse con el muñón-
un moño de realidad;
que no ha pasado el carro del servicio
                                             de la basura del amor
y entonces el reciclaje se trastorna
y nos echa los cheques hechos dispepsia
                                                                   y papilla
por la ventana del animal.
Entonces te digo que mejor te acuestes
                                                   y no digas nada
pues tiendes a apostarlo todo
                                                      para perderlo
a ningún postor;
aunque dejes guardados en la antesala
tesoros que se van a podrir sin olor
cuando corten la luz.  
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario