San
Jerónimo, ¡Feliz día de tu santo!
este
tiempo y tu tiempo se unen
hervir
de larvas en cuencas atónitas
el camino
sonata
para pianoforte a cuatro manos
Leopold
Mozart y sus hijos de gira por el mundo
conocido
nueve
y doce años
guiños
de estrellas
la
misa en televisión no dijo mía esta boca:
¡Abre
el empolvado Libro!
Santísima
Trinidad, augur en pleno medio día
humildad,
caridad y amor
al
Libro de los libros
que
no trae historias de bestezuelas
y
no obstante gigantes de cuatro metros
nada
de vampiros pero Eras
bebiéndose
la sangre de secretos que sólo dejan
una
estela de barca del sueño –si no os
hacéis como niños-
un
abuelo reclamando por su hijo
en
supertiendas Olimpica
a
una supervisora que crepita entre las tejas
algún
asocio con la lluvia tibia.
Acaso
en tu tiempo no era moda el santo y su seña
pero el santo Àngel de la guarda
y
acaso este tiempo sólo tenga acento
de
muchacha caprichosa o un acorde
“te
inmiscuyes en la angustia que significa la vida”
contigo
igual que el ceviche, Cisneros, el perrito y la calandria
en
Lima con mar brumoso y cristal de roca italiana;
la
bobina de ciprés molido aún no es abolida
y da noticias
de
camposanto o de campo agrio da lo mismo
pero
se puede viajar con un clic,
sin
libros, misoginia, misantropía o alboroto
y
escribir con el pensamiento cantilenas
de
cucaracha presa en lata de aluminio...
¡Feliz
Día de tu santo! San Jerónimo
lo
ratificaré a más tardar mañana
con
firma corporativa en supermarket de marca
pira
financiera, lavadero de liturgias esclavas
bebé
¡tú no sabes nada!
LA CUEVA DE LOS MUERTOS ILUSTRES, Sept. 30/13
* * *
* * *
AH, YO
Ah,
y entonces llegas ¡y qué feliz soy!
y
te soy esposa y estancia y coyunda,
enfermera,
consejera, abogado y juez
y
sabes que es mejor cuando te vas
y
no sabemos a donde
porque
si aquí siempre estuvieses
no
ons podríamos soportar;
ah,
¡y cuánto nos gustan los fuegos
que
encendemos!,
estallan,
crepitan, fulguran multicolores:
fantasía,
presente, pasado, futuro y saber
y
nos contamos que el esto-mago
donde
echamos del lar
sino charlamos
que
mete el brazo como un científico
en la
cámara de vacío
y
agita la garra como un gatito
asiendo el hilo
de la madeja
y
juega
y
corta
-a
menos que quiera quedarse con el muñón-
un
moño de realidad;
que
no ha pasado el carro del servicio
de
la basura del amor
y
entonces el reciclaje se trastorna
y
nos echa los cheques hechos dispepsia
y
papilla
por
la ventana del animal.
Entonces
te digo que mejor te acuestes
y no digas nada
pues
tiendes a apostarlo todo
para perderlo
a
ningún postor;
aunque
dejes guardados en la antesala
tesoros
que se van a podrir sin olor
cuando
corten la luz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario