domingo, 19 de noviembre de 2017

HACER SONROJAR A UN GATO


Veamos lo que es hacer sonrojar a un gato:
Un cartel de la suerte, sus nombres y direcciones
Encima una taquilla de enigmas y un gato
Cuidando las sombras y atrapando las luces.
Como hacía un rato revoloteaba el pájaro del espíritu
Allá, en el centro del abismo
Donde lo malo y lo bueno se bifurca
Donde se da cita el sí con el sí mismo
Y los seres circulan como si nada
Acechaba eso otro que sí, pero no es tuyo
Y d’ánima se asoma, de pronto
Con su sonrisa de arabesco: tu-eres, suerte,
El elegido ¿para qué premio?, no te lo digo
Acaso para dirigir la flecha de ese cielo
 Adonde el pájaro suspira
Es decir, sus-trae
Para poder mirarte sin que me obligues
A besarte la poesía
Pero resulta que el pez no cae
En ese anzuelo que fija misterio
Porque penetrante te quedas en la gota
Sin dejarla abandonarse a su caída
Entonces me hago gato y te caigo en la pregunta
Y te enfrento de hito en hito
De eso otro que vemos sin el ojo lógico
Pero el de carne trémula me obliga a que te eluda
No hay nada, allá en ese centro,
Sólo tú y yo y un rosa de cayena de sardinel que cae

Y el ego previo como una plegaria que unta, pregunta

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