sábado, 5 de agosto de 2017

LUCES LEJANAS


Entonces, siempre
tiempo después de que no importe
que todas las manos que pudieran saludarte
cuando pasas se te hurtan en la espalda de los ojos
y preguntan si no obstante
los perdonas que obedezcan
a ese impulso ciego de apedrearte
te das cuenta
de que en la familiar noche de luciérnagas
cada vez más se alejan las luces que te acompañan
ya no te lanzan destellos esas estrellas umbilicales
para corregirte el rumbo
la loca manada ciega va
tras su triunfo del instante
y su agonía diferida en un te saludo
de vez en cuando con una luz artificial
un billete, para que te veas y nos veas
en medio litro de cebada fermentada
ya ningún chasquido de nervios
que acaso ameritara el beso
mientras el fuego se exacerba
en un pedazo de carne que hace rato perdió el camino
te sirves la elegante soledad rociada con oliva
y la indiferencia sideral te saluda
lo que por ti hago, ahí, abajo, en el espejo
para que las fichas se muevan sin patetismo y con gusto
es sólo la basura de aire que expiro
tú sabes, en cada inspiración me llevo lo que puedo.

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