sábado, 25 de febrero de 2017

WALSERIANA

El sueño ( a propósito de historias de amor): El escritor que es un alma tan grande que no es capaz de hacerse con su máscara  de hombre profundo, de artista moldeado por esos seres inhumanos que son las musas. Robert Walser escribe y vive casi que sin pretensiones, como fuesen las de su corazón sensible. Escribe "El sueño", un relato que tiene la maestría de conmover desde el alma de niño, que de todas maneras no es el alma de un infante. Todo desapego "era yo como un sueño en medio de un sueño, como un pensamiento dentro de otro", escribe, así se apodera del alma del lector, "ni tenía amigos ni los deseaba, ni disfrutaba de respeto ni lo quería, no tenia nada ni jamas lo había pretendido" pero luego de confesar que "llevaba una graciosa gorra de idiota"  plasma su estampa de hombre vivido, experto, golpeado por las vicisitudes:  "cuando son cariñosas todas las mujeres son altas, y el hombre que es amado siempre es bajo. El amor me hace crecer" , entonces uno, conociendo la historia de Walser , de su muerte bella abandonado del espíritu sobre la nieve, piensa que la belleza es siempre una apariencia , una superposición de otra cosa , un solapamiento, ¿quién puede decir qué es lo que hay detrás de la muerte para nombrarla una muerte bella? De modo que con la pregunta final "el poder de la mujer: ¿dónde, cuando y cómo se da? ¿en los ojos de los hombres? ¿cuando soñamos? ¿con pensamientos? Ahí se quita y se pone alternativamente la máscara y, aunque siempre deje en el lector ese estremecimiento que deja el genio, uno siente esa desazón de él: la inutilidad o la falsedad del arte y sus estafas.

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