jueves, 23 de julio de 2015

TOQUE A LA PUERTA


(desde la azotea)
 A: Fernanda Trías

Antes de ayer de una semana que ya olvido
Vino a mi puerta y golpeó, un espíritu
Como es profunda y obscura mi cueva
Con mil  recovecos y peligros
-para mi mismo-
Entonces fue complicado y tardo
Recorrer el camino
Para ir a mirar por el ojo mágico
Que va hasta el pequeño rayo de luz
Desde el abismo
Y cuando pude colegir que no era duende, ni brujo
Ni vampiro
-al menos brujo antiguo-
Ya estaba sentada en el desván donde recibo
Las argucias
Es mala la luz de mi guarida
Por eso se pudo llegar a pensar
En un momento dado
Que era una arpía
¡peligro!
Porque en clave griega
Las arpías son diosas astutas
Además de vengativas
Pero resultó que era una dulce ninfa
Graduada
en la facultad de la publicidad de las poéticas
entonces cuando me miró a través del velo
pár-pa-dos, para videntes ciegos
me dictó un poema:
«Algo otea desde la azotea
¿quién, A o Z; las dos juntas resueltas en O?
¿será un azote de la tea; acaso una llama niña?
¿acaso era más bien que miraba hacia la terraza;
Acaso la raza-terra indagando de las letras
inconsciencia
El enigma, viene y va y en la azotea
Se cuecen potages de buen ver al paladar
Mas, para dar digestión ojos niños
En cuerpo adulto ¿qué jugos?
Que vates habrá que batir
Repartir que insultos de faltriquera
Inane una constelación dice:
Mama de mi leche lejana

De ella te nutro»

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