PARA-PSIQUIÁTRAS
Diana
cazadora, la de ahora, no sabe
Por
qué el Mar-cela
No
tiene por qué saberlo
Pues
ella, en su selva
No
caza gacelas
Ni
se enreda con culebras
Las
conjura
A
sacarles su veneno
En
forma de factura
Diana
cazadora, la de ahora,
Tiene
por arco y flechas
Un
título in-nobiliario
En
administración pública
Y
un regimiento de policy-as
Diana
cazadora, la de ahora
Aunque
playa plácida
Es
peligroso risco
Donde
furiosas olas se agitan
Diana
cazadora, la de ahora,
No
tiene su trono en el Olimpo
Junto
al dios Vulcano
Ahora
su trono es una poltrona
Frente
al televisor
Junto
a un hogar humilde
Su
séquito: Windows office
Y
un rayo de Metadona®
O
de Lexapro®
Según
el Minotauro
O
el Vellocino aferrado al laberinto
II
Yuliana
tiene un enredo en los ojos
Como
un bucle de luz
Encendido
por un sol lejano
Que
se extravió
En
una maraña de hilos
Por
una maliciosa viuda entretejido
Jim
y Yuliana riman
Y
tienen un ritmo
Que
baila frente al espejo
Atrás
del cual
Un
fabricante de decretos
Que
pesca en la aguas del delirio
Vende
reflejos al miedo+
O al ciego olvido
Yuliana
y Jim se conocieron
Un
día en que él le dijo
–aunque
conocerse es mucho cuento-:
Mira como
encuadran tu nombre y el mío
Como punta
de ancla en barrotes
Como yunta
en arado perdido
Yo me llamo
Jim Callaghan
Y, por
defecto lingüístico
Cá-gan-la
familiarmente
Me llaman
los amigos
Tú que
Yuliana te llamas
Acaso porque
a una letra
Con complejo
de e-j-e
Le nació un
palito que arrastra
Anda y dile
a ese
Yuliana de
inédito apelativo
Que se mueve
entre sombras
Como un back-ulo a él parecido
Que no
esconda su rabo de ego
En un vulgar
título:
Poderío
No hay comentarios:
Publicar un comentario