jueves, 23 de julio de 2015

PARA-PSIQUIÁTRAS

PARA-PSIQUIÁTRAS

Diana cazadora, la de ahora, no sabe
Por qué el Mar-cela
No tiene por qué saberlo
Pues ella, en su selva
No caza gacelas
Ni se enreda con culebras
Las conjura
A sacarles su veneno
En forma de factura
Diana cazadora, la de ahora,
Tiene por arco y flechas
Un título in-nobiliario
En administración pública
Y un regimiento de policy-as
Diana cazadora, la de ahora
Aunque playa plácida
Es peligroso risco
Donde furiosas olas se agitan
Diana cazadora, la de ahora,
No tiene su trono en el Olimpo
Junto al dios Vulcano
Ahora su trono es una poltrona
Frente al televisor
Junto a un hogar humilde
Su séquito: Windows office
Y un rayo de Metadona®
O de Lexapro®
Según el Minotauro
O el Vellocino aferrado al laberinto

II
Yuliana tiene un enredo en los ojos
Como un bucle de luz
Encendido por un sol lejano
Que se extravió
En una maraña de hilos
Por una maliciosa viuda entretejido
Jim y Yuliana riman
Y tienen un ritmo
Que baila frente al espejo
Atrás del cual
Un fabricante de decretos
Que pesca en la aguas del delirio
Vende reflejos al miedo+
 O al ciego olvido
Yuliana y Jim se conocieron
Un día en que él le dijo
–aunque conocerse es mucho cuento-:
Mira como encuadran tu nombre y el mío
Como punta de ancla en barrotes
Como yunta en arado perdido
Yo me llamo Jim Callaghan
Y, por defecto lingüístico
Cá-gan-la familiarmente
Me llaman los amigos
Tú que Yuliana te llamas
Acaso porque a una letra
Con complejo de e-j-e
Le nació un palito que arrastra
Anda y dile a ese
Yuliana de inédito apelativo
Que se mueve entre sombras
Como un back-ulo a él parecido
Que no esconda su rabo de ego
En un vulgar título:
Poderío


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