domingo, 22 de abril de 2018

SENSACIONES MASCULINAS Y FEMENINAS




Es muy sudada la saudade

hermana lejana de la morriña

y siempre tan masculina,

pues, si mujerona, sería melancolía

o nostalgia, ese vaho adormilado

perezoso y zurumbático que no se digna,

digamos ante la zorra plácida

-aunque no esté en la guarida-,

pues pierde lo que ante la niña:

el resorte que se hace gatillo de la bala

que aunque se encasquille

tiene siempre enfrente el blanco:

la obra de caridad

que nunca es una conquista.


II

Mientras tanto,

en la cola de mis misterios y afanes se lían

los no me jodas, no preguntes, melancolía

que cuáles cuadros, que qué películas

recortadas y sin sentido, nostalgia

o neuralgia del cono de luz oscura

mi coño no responde a tus gentilezas, disculpa

yo tampoco entiendo esa mierda

de cuando hacen sus fiestas las semillas

y no hay tierra ni agua ni tiempo favorable

y entonces, tu coges a tus zorras tristezas

y las cobijas en tus tierras

hasta que nos comemos a carantoñas

como morcillas, pero un día

un rayo injusto quiere partir mi árbol;

no has visitado una floresta

pero algún tío tuyo vino sin mostrar la tarjeta

hastío

y no tengo que servirle, a menos

que me vaya con gastos pagos hasta tus tonterías

que reciben a los escogidos visitantes

con cálidos ramilletes de balbuceos para derretir nodrizas

tu mamá está ocupada horneando una porcelana fina.



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