HABANERA PARA EL AMOR

No hay tal de las raíces y los espejos
y las almas gemelas
el bien y el mal se aman
y luchan
hasta que encuentran
la dicha del término extremo
y firman
la paz del término medio
que no necesita plebiscito de la gente
acaso de los demonios huéspedes
y no es óbice para la libertad
ese tercio excluso 
que juega
encima de nuestras cabezas
para que seamos fichas
del ajedrez que juega un dios
con muchos nombres y un instigador
con muchos disfraces
por  eso viste a las burlas de marionetas
hundidas en secreto innombrable
de la magia por cambio 
de la jugada de prisa
de la lana blanquísima
que juega 
las infinitas combinaciones
sin inscribirlas en la máquina
y gana siempre
que se agota el aceite de la alcuza
y el horno extraña el bollo de harina...

¡Ay!, y hay jugadas
en las que el oro secuestra toda la ruleta
pero después se va con la rosa por el roto
no puso el espéculo donde era.

¡Vaya!, pero si es que de pe-culo
la estirpe de la so-ver-vía
magia es el poder que te vendo
sin que veas la mercancía
sólo los diplomas dibujados en el espejo
que el instituto de la fe sólo avala
por referencias difusas
de creencias con licencia espuria.

Sí que hay tal
del amor a primera vista
una madriguera lejana e inhóspita
deseosa de ser descubierta;
se afinca atrapado, a veces
el viento en calmas chichas
hasta que recupera su nombre:
Aventura
después de huir
tirando tras de sí
el documento suplantado:
Amor
verdadero caos
enroque del rey
y la reina
amancebados con la torre de marfil
por puente levadizo un acertijo
para dejar pasar la guerra de precios
de la amistad
los negocios pasan cebando cocodrilos.