domingo, 19 de octubre de 2014

PARÉNTESIS

PARÉNTESIS

Un hermoso paréntesis para mi tristeza
texto que dice, explica y oculta
pues es su trasunto la simple grandeza
de un punto: aparte, adentro y afuera
un par de enormes caderas que se parquean
ante mis ojos volando como la cigüeña
para la que mi lengua colgaría gustoso
del pañal que anuncia un nuevo espasmo
para este zurumbático mundo.

¡Pobre hijo que nació esta tarde!
de la cópula ilegal entre morriña y aire
que no trae como todos el pan bajo el brazo
trae un mensaje:
No se puede ser ciudadano y poeta a un tiempo
para ser poeta hay que ser un maldito
sólo así podría un poeta cobrar la cuenta
de un aliento tibio que le diga ¡sí, eres poeta!
y además, bendito.

Ay, si los paréntesis supieran
que son raíles del tren del tiempo
que le atraviesan, perfecto círculo
y le cortan pies y cabeza
para que aparezcan como cuerdas
que atrapan y liberan la existencia

Ay, si una vía láctea de piel tuviera
espías que cuentan de la vida
de corazones le contarían que es reina
y no sabe
del reino de matémata y carnemetrías
y no por lejana y lechosa
y no por tímida y niña y no perfecta
deja de ser el último cielo
y la enésima estrella perdida
maldición en modo de asterisco.

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