jueves, 10 de abril de 2014

VERGÜENZA

VERGÜENZA

“¿Avivaste alguna vez el paso  a través de las costumbres y las popularidades fugaces?
¿Sabes guardar tu mano de todas las seducciones, locuras, vértigos y enconadas pendencias?
[¿perteneces realmente al pueblo entero?”
WALT WHITMAN
( A orillas del Ontario azul)

¡Qué vergüenza!, poetas, ¡qué vergüenza!
yo que no participo de tus deliquios digo
¡qué vergüenza!
qué vergüenza que no hayáis sabido encajar
la dulce sonrisa en el puño amenazante,
la sonriente ironía en la amarga mueca
la grave gentileza en la enervada lisura
¡qué vergüenza!
vosotros qué sabéis lo que sentir de poeta significa
-una vez que elegisteis llevar tal fardo a cuestas-
de rubor, de sudor corriendo la por espina seca,
de la injuria de la calma, de la risa de las almas
de las miradas socarronas, de la galantería sospechosa
¡qué vergüenza!
qué vergüenza de las calles
por donde pasan –con pose o transparencia-
las gentes civilizadas ¡qué vergüenza!
qué vergüenza de las parejas anónimas y mimosas
que van al cine sin aspavientos ¡qué vergüenza!
qué vergüenza de los besos que se dan sin pena
de lo mismo puros ¡qué vergüenza!
qué vergüenza de la luna que se abraza y se tapa
en la armonía de nuestras trabas y borracheras
que jadea con vuestras orgías, que se conmisera
con nuestras soledades ¡qué vergüenza!
qué vergüenza con el cuello blanco
que se ensució con vuestra roña, no por falta de aseo
sino por falta de tacto, ¡qué vergüenza!
qué vergüenza con Juan Sebastián Bar y con el otro
que sembró un árbol y puso la primera piedra
de las genialidades con lisonja ¡qué vergüenza!
qué vergüenza con la cámara que ponchó
el primer plano de las nuevas estéticas ¡qué vergüenza!
qué vergüenza de la publicidad que fue más inteligente
con vosotros ¡qué vergüenza!
al negarse a invertir en un proyecto de baja fisonomía
y alta alcurnia ¡qué vergüenza!
qué vergüenza de la diplomacia, poetas
que guarda un prudente silencio ¡qué vergüenza!
pero ante todo qué vergüenza con vuestros hijos
los versos que famélicos luchan por alzar la voz
contra viento y marea ¡qué vergüenza!
de 19 de agosto y 19 de marzo ¡qué vergüenza!   



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