AHORA
Lamerse los labios,
recorrer el camino
del principio cumplido
haber salido de la hendija
a reconocer la conquista
de cuando adentro no era
y afuera lo dijo
que sí,
que era todo tuyo
lo recibido;
lamer la comisura,
orar a la vez a la cicatriz
y a la herida.
Seguir buscando el punto
donde el foco se hizo,
nació
del vacío
y ahora
cuando todo vale todo
y nada vale
más que el estremecimiento
del extremo-cimiento
de lo desconocido;
ahora
es cuando el fantasma
queda en ridículo.
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