SER HERMOSO
El hermoso ser que eras
y eres, me digo
sólo que preso en una piel de acero
y reluctancia.
Ese ser hermoso que miro
en las caras del libro de las almas
donde no se quedan ya en el aire
el pasado, presente y futuro
ni las ansias
dibujadas por la vana tiranía
de cada embeleco que al cachorro
le prepara: moda y mascarada
del extremo-cimiento
de parir futuro
y el tremendo desconcierto, ay
ese ser hermoso que eras
del amor, misterio y fantasma
para vencer sin soltar la carga;
Ay, ese ser hermoso ya, quizás
sólo vuelva a salir al aire
cuando se mezcle con una sangre
que robó del reino de la nada
la balanza de bondad y veneno
para hacer justicia a una culpa
que te vendió una feria de ambición
y de añoranza.
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