Es fea, rema por la vida, ese mar
con remos de los cuencos de sus manos
sólo mueve niebla como agarrando bocanadas de
milagro
que le vende la piedad, ese mercachifle de cuadro
los platos que le nutren cada día no son los
mismos
que le dan los granos de tierra unidos, al
trabajar
la felicidad, el cielo, nunca sale a pescar
pero cada día se va preguntando
¿qué es agua, qué es nadar?
Sospecha que remar es imitar un espejo
Como lo es el respirar, tal que nada fuera dentro
Y en definitiva, ser pez y querer una barca
¡qué contrariedad!
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