REFRIGERADOR
ENFERMO
Si
le preguntásemos a un técnico
diría
que mi refrigerador se enloqueció de viejo
lo
mismo que nuestra carne se enloquece
de
desconcierto de tiempo
más,
si le preguntásemos a mi niño loco-sabio
aterido
de desconcierto inverso –por eso loco-
entonces
él, como rata en bata blanca
de
la transparencia de los laboratorios
que
transmitió herencia maliciosa
sin
necesidad de sexo
desde
los obscuros orgasmos de la caverna
cuando
aún luz porfiaba con la virginidad
del
miedo, nos contaría
que
el refrigerador también tuvo sus nupcias
con
los gritos del loco sol hecho clima
y
le tuvo un hijo a la rezandería histérica
éstos
lares, donde el diamante del indio sintiendo
en
el cuello el acariciante vaho de la fórmula
le
abrió las piernas a la ciencia
y
el tornado y el tifón y el estremecimiento
fue
a volcarle encima su lava congelada
single malt vete a los infiernos.
donde
el cuáquero aporcó sus remordimientos
que
venían de la ínsula, lo aparte de tiempos de cisma
del
mismo modo que al principio, la lengua apenas balbuciente
en
el oriente lejano de tiempos y cercano de silencios
repartió
los trigos como un equilibrista en la cuerda floja
la
conciencia y sus arpegios, Shakespeare la mano derecha
[harina florecida arriba
Cervantes
haciendo pulso en manco desierto
y
el pájaro fulcro trinando: que-no-lo-sepan
ya sabidos
es-pan-ol,
es-pañ(h)uelo el mundo
lo que lo-s-ingl-e-ses
ya sabían, sin saberlo, idioma condensado
que
los recién nacidos usuraban
y
en los computadores crecían dedos de niño muerto
que
el hielo bautizando momias escondió
hasta
que amaneció un voltaje nuevo
hecho
esperanza continua de agarrar las fuerzas
de corriente alternasingle malt vete a los infiernos.
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