GENTE COMO UNO
Uno hace lo que puede
pero lo que puede
no hace por uno lo que debe
y, así, amigo Benedetti,
el juego se prostituye
y usted se queda con el billete
y con su big-ote de la poesía
que le sube a uno por las piernas mientras
la melancolía le baja por los brazos
y la realidad –arrastrando la pasta-
se escurre por los barrotes
de la cárcel y sólo le importa
a quien un día irá a regarte los gladiolos
y le dejas sólo el testamento de una pregunta
¿sí era cierto el marxismo trasnochado de tu lucha?
Lo cierto es que sólo tú y yo sabemos
porque me lo dijo el hada madrina de la pobreza
que el bigote era sólo la aureola
con que te granjeaste las Master Card target-as
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